Cheche Martín nacía hace 100 años en María Pita. Y en su círculo familiar aparecen figuras ilustres. Desde el Médico Rodríguez, abuelo materno, a Francisco Llorens, tío político suyo. Pero la Guerra Civil condicionó su infancia, dado que con doce años estalló el conflicto, su padre, secretario del Ayuntamiento de A Coruña, fue fusilado. Y Cheché tuvo que emigrar, poniendo camino a Buenos Aires.
Desde ahí comenzó una vida mezclada entre la bohemia, la pintura y el fútbol. Con paso posterior por Venezuela, París y regreso a A Coruña para jugar en el Deportivo. Ya retirado como jugador, se marchó a entrenar a México, en dónde además conoció a su mujer y madre de sus siete hijos, Toya Carmona.
De vuelta a Galicia, también entrena al Fabril y al Deportivo. Y ahí promociona como ayudante a Arsenio Iglesias, que fue uno de los principales "clientes" de los cuadros y pinturas de Cheché, hasta el punto de que Rubén Ventureira cuenta la anécdota sobre una visita a la casa de Arsenio en la que había pocos retratos de fútbol y muchos cuadros pintados por Cheché Martín.
Este acto de hoy es la antesala a la exposición que acogerá también el Concello coruñés entre los días 20 de junio y 28 de julio del presente año.