Primera jornada de declaraciones en el juicio en la Audiencia de A Coruña por el crimen de Samuel Luiz. Durante dos horas, el primero de los acusados, Alejandro Míguez, ha asegurado que no intervino en el tumulto ni sabe cómo se originó. Mantiene que salió del bar El Andén, junto al Playa Club, y ya escuchó los gritos, por lo que se acercó para saber qué pasaba. Sí implica en la pelea a otros dos de los encausados y asegura que intentó intervenir para separarlos de la víctima.
En todo caso, Alejandro Míguez dice que se desvinculó de la agresión porque lo empujaron y decidió seguir otro camino. Reconoce que horas más tarde, pero esa misma madrugada, quedó con otros jóvenes en el parque de San Diego para hablar de lo sucedido. Él se había enterado poco antes, por un trabajador de una ambulancia, de que un joven había ingresado muy grave en el CHUAC tras haber recibido una fuerte paliza en la zona de Riazor, por lo que ató cabos. A esa reunión en San Diego acudieron otros de los ahora acusados.
Míguez se enfrenta a 22 años de cárcel. Actualmente se encuentra en libertad, igual que la otra acusada, la única mujer, que también ha prestado declaración este jueves. Catherine Silva, alias Katy, niega su implicación en la pelea. Sí reconoce que intervino para intentar al que entonces era su novio y hoy es otro de los acusados, Diego Montaña, que según el informe fiscal fue quien inició la agresión y profirió insultos homófobos hacia Samuel Luiz. Ella mantiene que Diego llamó "maricón" a Samuel Luiz y le pidió que le dejase de grabar.
Debido a la duración de la primera comparecencia, se han tenido que retrasar para mañana las otras declaraciones que estaban previstas para hoy: las de amigos de Samuel y las de los dos jóvenes senegaleses que intentaron auxiliarle.