Marcó su gol 50 con el Deportivo ante el Tarazona

Lucas Pérez, feliz, con Irvinin, con el cambio tras comer el turrón, con el elegante Barcia, con los canteranos y con ... las tertulias radiofónicas

El Deportivo suma cinco victorias seguidas y ya tiene el liderato a dos puntos. Con protagonismo para los siete goles de Lucas Pérez. Y sus cinco pases de gol. Lucas llegó a los 50 goles como blanquiazul y ofreció un recital de retranca y "coruño" en la sala de prensa de Abegondo.

Alberto Gómez Barros

A Coruña |

Lucas Pérez

Las victorias provocan alegrías, felicidad y muy buen rollo. Y si uno de los protagonistas de esas victorias, de la buena racha del Deportivo, es Lucas Pérez, hay que añadirle retranca y una buena dosis de "coruño".

Estos fueron los ingredientes que condimentaron la presencia de Lucas Pérez ante la prensa en Abegondo, en la vuelta al trabajo del equipo para empezar a preparar el partido de Tajonar.

Lucas acaba de llegar a los 50 goles como blanquiazul, en las tres etapas en el Deportivo. Y destacó que el más importante para él fue el anotado en el Camp Nou, que sirvió para la permanencia. Eso sí, por lo qué pasó después en los despachos, y el descenso administrativo del Elche, aquel partido no fue decisivo. Pero en el momento, Lucas lo celebró con emoción y esa emoción queda en el recuerdo.

Y a partir de ahí, empezó el recital, dado que Lucas dejó en manos de las tertulias de prensa y de la prensa la elección de otros buenos goles. La prensa y las tertulias, sobre todo radiofónicas, recibieron su dosis de retranca.

También se refirió Lucas al cambio. Entre antes del parón de navidad y el después, entre la sequía absoluta para marcar goles y los siete que lleva este año, la diferencia estuvo en el ... "turrón". Incluso se le preguntó si Irvin, su bebé le dejaba dormir mejor, y Lucas bromeó con el niño y su deseo de que empiece a andar, para acompañarlo a los parques.

La otra dosis de retranca de Lucas estuvo a la hora de referirse a los canteranos. Los ve demostrando un gran nivel, que incluso Lucas broméo con que "ya me puedo ir a la grada". Hasta echó de retranca para alabar la "elegancia" de Dani Barcia.

Y apela a la experiencia como clave para no haber perdido la confianza, cuándo no marcaba ningún gol. Reconoció que con sus 34 años ha afrontado, sin dudas, la mala primera vuelta de una manera diferente a si tuviera aún 20 años.