Día después de la autocrítica de Ríchard Barral. Y de la crítica de Juan Carlos Escotet, dueño del Deportivo, vía ABANCA, por el rumbo que lleva el equipo, tanto en público como al Consejo de Administración del Deportivo. En lo deportivo y en lo económico. El caso es que el deportivismo y los emplead@s del Deportivo viven con expectación los futuros movimientos que van a afectar incluso a sus puestos de trabajo. Ahí está trabajando Deloitte para "profesionalizar" el club. Y eso en el lenguaje de Escotet es recortar y buscar la rentabilidad entre lo qué se trabaja y lo qué se paga.
Otra cuestión será saber cómo queda la cúpula del Deportivo. En las últimas horas ha habido algunos rumores. Lo qué está claro es que si hay cambio, habrá que esperar a la próxima Asamblea de Accionistas, que todavía no tiene fecha a día de hoy. Si interesante es saber cuáles son los números del Deportivo, tanto de la temporada pasada como de la actual, también lo será si se da un cambio en el consejo de Administración. Y eso solo se puede ejecutar en esa Asamblea, salvo que antes haya una renuncia de los actuales consejeros.
Y mientras tanto, la actividad del primer equipo sigue en Abegondo. Toca preparar la primera de las seis finales que jugará el Deportivo. Será en Coruxo, el próximo domingo, a las 12:00. Después, el domingo 14 de febrero vendrá la de Riazor contra el Guijuelo, a las 17:00 horas.
Mientras que Escotet sigue cabreado, en cambio la ilusión la protagoniza Diego Villares, que ya es jugador a todos los efectos del primer equipo. Así lo manifestó hoy en el entrenamiento y en la rueda de prensa. Ahora le toca esperar la oportunidad para confirmar lo qué se espera: el juego en segunda B será más dinámico que lo que venía practicando con el Fabril en Tercera.