Al fin el Deportivo ha demostrado algo que era evidente, pero que no lo decía la tabla: ser muy superior a sus rivales. Es lo que siempre he mantenido porque estaba convencido que, con esa plantilla, el objetivo irrenunciable del club tenía que ser el ascenso directo.
Todo ha cambiado en poco tiempo de forma ostensible. Quizás no podamos presumir de realizar un fútbol brillante, pero sí de tener un equipo muy serio. Creo que el cambio respecto al Depor-2023 radica en que el 2024 lo ha convertido en un equipo distinto, ganador.
De unos futbolistas que pedían pases al pie, que provocaban una lenta circulación de balón y que hacían del Deportivo un equipo muy previsible, se ha pasado, con la irrupción de Mella, la confirmación de Yeremay y las asistencias de Lucas, a ser un equipo veloz, agresivo e imprevisible en ataque.
Los chavales son dos jugadores de banda brillantes y solidarios. No se conforman con destrozar las defensas contrarias con sus ‘uno contra uno”, que generan múltiples ocasiones de gol, sino que también realizan un trabajo impagable en defensa de la portería blanquiazul.
Fue un acierto, que se debe resaltar, que el consejo y el director deportivo mantuviesen en su puesto a Idiakez, a pesar de los malos resultados. Le dieron la última oportunidad para acertar e Imanol la aprovechó.
Después de pasar numerosas jornadas sin dar con la tecla de la alineación titular hizo pleno y hoy puede presumir de que su once no lo discute nadie.
Un portero completísimo; una retaguardia cada partido más segura; una media que fue el sostén del equipo desde el inicio de la liga y arriba un punta trabajador y un tridente de otra categoría superior.
Una alineación que solo permite cambios, como es el caso de Lucas, por lesiones, descansos o sanciones. Una alineación que, como fue la del Súper Depor de Arsenio o la del Euro Depor de Irureta, todo buen deportivista lo recita de memoria.
Pero, curiosamente, los que generaron el cambio no fueron ni muchos de los fichajes estrella del verano, ni los que llegaron en enero. Creo que ha sido crucial la entrada de Mella, que modificó por completo la forma de jugar del Deportivo.
Sin poder hacer repicar las campanas, no podemos negar que somos los claros favoritos al título. Llevamos tres puntos al mayor rival, al que tenemos que recibir; tenemos mejor calendario; y, lo que es más importante, nuestra plantilla es con diferencia la mejor de la categoría. Si, todo eso es cierto, pero nunca olvidemos que hemos perdido una Liga en el último minuto al fallar un penalti. Esto es fútbol.
Meigas forma. Estamos en racha, y si no que se lo pregunten a Idiakez. Había carecido de la mínima fortuna hasta la cercanía de Navidad y le vino a ver la suerte cuando más la necesitaba. Fue en Espiñedo donde se inició el camino de las victorias que siguen adornando la trayectoria triunfante del Depor.
Y por si ese triunfo de inicio, que tanto supuso, no fuese suficiente, el pasado fin de semana los ourensanos nos han regalado su particular ‘Arenteirazo’ al Barsa B. Ahora nos corresponde intentar superar, a unos y otros, en sus próximas visitas a Riazor, pero podría ser que, en breve, fuese una realidad el titular soñado: “Arenteiro, principio y final del infierno”.
De ahí que, cariñosamente, le aconseje a Imanol que, de forma sigilosa, se vaya preparando para capitanear una peregrinación del deportivismo a O Carballiño. Una visita de agradecimiento, con llegada y ofrenda en el inigualable Templo de la Veracruz, y, tras visitar a “Os Zorros”, esa peña que nunca falla, degustar en esa entrañable villa su espectacular pulpo a feira, sus cañitas de crema y disfrutar de los ricos caldos del Ribeiro. Como maestro de ceremonia propongo a ese carballinés de pro, y gran deportivista, que es mi admirado Felipe Senén. Un lujo.
¡FORZA DEPOR!
Augusto César Lendoiro
ExPresidente R.C.Deportivo.