Tras las declaraciones de Paco Roig hace unos días a Relevo, podemos certificar que pasará a la historia del Deportivo como el presidente más ‘trapalleiro” de todos los ‘trapalleiros’ que presidíamos los clubs en la década de los 90.
Utilizo esa preciosa palabra gallega para definirlo, pero pienso que sus maldades iban mucho más allá de las típicas ‘trapalladas’. Paco era muy peligroso.
Ya lo había demostrado con sus escandalosos negocios en Guinea Ecuatorial. Su ‘amistad’ con el presidente Obiang le permitió ganar miles de millones de pesetas en sus empresas de supermercados, maderas, cacao, café… hasta que se vio obligado a huir del país.
A Paco Roig, que entonces atravesaba una situación económica envidiable, sólo le faltaba el reconocimiento social y lo consiguió al lograr la presidencia del Valencia en marzo de 1994.
En ese momento al Deportivo le había nacido un gran enemigo. Un hombre sin escrúpulos que, en solo un par de meses, nos dejó claro que sus métodos y su ambición no tenían límites.
Al tiempo había surgido un filón para los periodistas, y lo sigue siendo. Días atrás le confesaba a Relevo hechos de enorme gravedad, que lo pueden llevar ante un juez.En la entrevista ataca sin piedad a personajes muy conocidos -varios ya fallecidos- a los que deja en muy mal lugar,
Tiene la desfachatez de contar, como si de una hazaña se tratase, que lo timaron cuando intentaba comprar a un árbitro, que abonaba salarios en negro, que intentaba extorsionar a un periodista enviándole prostitutas… Si presume de haber cometido esos delitos, da miedo pensar lo que pudo llegar a hacer.
Es escalofriante lo que Paco Roig relata sobre aquel partido que valía una Liga: “Yo nunca me vendí a Núñez. El presidente del Barsa me llamaba todos los días antes del Deportivo-Valencia, y pensé, pues ya que me llama, aprovecho’.
“Le dije que si el Barsa era campeón el Valencia jugaba un Gamper cobrando y el Barsa un trofeo Naranja gratis. Entonces estaba empezando mi hermano en el Pamesa, así que le dije que el equipo de básket del Barsa también tenía que jugar allí”.
“Le saqué cuatro o cinco cosas. Eso fue así. Y ¡pum! Tiran aquel penalti y lo fallan… Yo no sé si a los jugadores del Valencia alguien les dio dinero como prima. Yo no les di ni un puto duro”.
“Tiran un penalti, en el último minuto, y fallan. Lo lanza Djukic y lo para González. Y después yo firmo a Djukic en verano. Y ahí empezaron los rumores. Pero ya me lo había ofrecido Minguella”
Al General Roig, como ‘vencedor’ de la batalla, le correspondía repartir el botín de guerra. Sus ‘guerreros’ recibieron no solo un maletín, sino un enorme baúl, en un área de servicio de la autopista AP-7 y se lo repartieron en las cercanías de Paterna.
Pero ¿qué parte del botín se llevó el General Roig? Confiesa que el General Nuñez, el otro ‘triunfador’ le hizo cinco regalos. Tres de ellos, un Gamper y dos Naranja de fútbol y básquet, los declara él. Solo nos faltan por conocer los otros dos.
Uno, que no dice pero es sabido, es que el General Núñez le condecoró, por los servicios prestados, con la insignia de oro y brillantes del F.C.Barcelona… ¿pero cuál sería ese quinto obsequio que silencia?
Conociendo su forma de actuar en temas como la compra de los derechos televisivos de otros clubs, surge la sospecha. Reconoce (ver postdata) que siendo mandatario ché trabajó para Antena 3, pero, como él dice, a título particular y no como presidente del Valencia (sic). Algo muy raro. Quizás Paco nos sorprenda un día diciéndonos que su amigo Nuñez le encargó un trabajo particular.
Todas esas ‘trapalladas’ no gustaron a la afición de Mestalla que, por su rivalidad con el Barsa y su simpatía hacia el Super Depor, había mostrado en las encuestas previas al partido su claro deseo de que ganasen los coruñeses.
Pero la inquina de Roig no había hecho más que empezar.Un mes más tarde consiguió, con pagos a la medida, que Ignacio Nuñez rompiese el acuerdo que teníamos sobre Otero. Algo
muy ‘extraño’ porque le pagábamos al Celta mas que la cláusula. Al final ganamos el juicio, perdimos al jugador y Otero, cuando salí del club, nos adeudaba unos cien millones de pesetas.
Meses más tarde, Paco Roig pretendió llevarse a Bebeto por el sistema del tirón. Sin decirnos nada firmaron un precontrato, que el brasileño dejó sin efecto cuando iba a vencer.
El punto final a sus ataques lo puso un par de años después -no cuando él dice- al realizar el morboso fichaje de Djukic.
Era difícil hacernos más daño en un par de temporadas. Paco Roig se había ganado el título de enemigo público número uno del Depor, en dura pugna con José Luis Nuñez, que puntuaba fuerte por el caso Rivaldo.
Paco había traspasado todos los límites, pero nosotros sólo podíamos tomarnos la revancha dentro de la legalidad. No tardó en llegar la ocasión. Seguro que el Presidente Roig aún se acuerda de aquella final épica de la Copa del Rey de 1995. Se la ganó el Deportivo.
Augusto César Lendoiro.
Expresidente R.C.Deportivo.
(Postdata) El Confidencial,(18/07/2021)
P “¿La antigua Antena 3 le pagó un dinero?”
R.”Antonio Asensio, entonces dueño de Antena 3, me pide que le compre derechos televisivos de los clubs y yo le contesto: te compro lo que tú quieras pero con una condición, que el Valencia no tenga nada que ver. Me hizo una oferta particular.”
P. “¿Como particular, pues, sí cobró de Antena 3?
R. “Yo, como Paco Roig, compraba los derechos de los clubs que podía”.