La despedida de Lucas Pérez no merecía tener un final así. El hachazo que supuso cortar de repente sus declaraciones -como si el jugador se estuviese saliendo del guión- cuando estaba siendo más sincero, le dejó hasta sin unos segundos para agradecer el cariño al deportivismo.
Desde el inicio del acto se respiraba frialdad. Tras un emotivo vídeo de su última etapa en el Deportivo, se ve a Lucas y, sin introducción alguna, se da paso a la prensa.
Nadie arropa en la mesa al capitán. Ni el presidente, ni la vicepresidenta, ni un consejero estaban a su lado para poder dedicarle en directo unas cariñosas palabras desde el club. Es algo que se hace difícil de entender y el de Monelos, curtido en mil batallas, lo acusó en su rostro y en su alocución. Se le veía triste, se le notaba dolido.
Se han cansado de repetir que “Lucas no es uno más”, pero se han olvidado de recordarlo en el momento en el que él más lo necesitaba. Es un vivo ejemplo de que el fútbol moderno no tiene memoria.
Nada quedaba ya de aquel Lucas vitoreado. Había llegado de Primera División a un Deportivo en Primera Federación, abonando al Cádiz una parte de su traspaso y ahora renunciaba a un contrato casi vitalicio. Pues ni gracias.
Pero la baja del capitán puede ser mas peligrosa de lo que alguno piense, porque los verdaderos motivos que le han llevado a tomar esa decisión puedan afectar al vestuario, además de lo que el equipo pierde en el aspecto futbolístico.
Me hubiese encantado conocer la versión del club para poder opinar con total conocimiento, pero me tengo que conformar con lo que adujeron. A los medios le filtraron una media verdad al decirles que “se acepta la petición de Lucas al tratarse de problemas personales”. Sí, era cierto que existían problemas, pero no eran ni nuevos, ni decisivos. En fin, una mera cortina de humo, para tapar que la relación entre el club y Lucas no era buena.
La realidad la subrayó el jugador en su intervención: “Un capitán tiene que sentirse querido y valorado”. No citó los nombres a la que se dirigía, pero, no deja de ser curioso, sólo exculpó a los únicos que mandan: al presidente Escotet y a la vicepresidenta.
Lucas se va con sus problemas, pero crea unos nuevos al Deportivo. Hemos perdido un jugador importante. Nos hemos quedado sin nuestro gran especialista en el balón parado y eso no es baladí. Si no lo tienes entre los titulares, debes buscarlo fuera. A esa importante carencia se le deben sumar sus goles, sus asistencias, su forma de darle el tiempo al juego de ataque del equipo…
Eso sí, Gilsanz ya no tendrá que enfadar a Lucas o a Soriano, porque sus “cuatro magníficos” se han convertido en tres, pero eso es malo. La realidad es que si antes se precisaba refuerzos de garantía para luchar por el ascenso, la marcha de Lucas hace que la necesidad sea mayor y con urgencia.
El Deportivo tiene posibilidades económicas para reforzarse y cumplir con el control económico de LaLiga. Si ya disponíamos de un 20 % del límite que nos habían marcado, esa cantidad se ha visto incrementado al firmar con CVC y ahora al abatatar la plantilla con la mitad de la ficha de Lucas.
Felicito al presidente Escotet por el acuerdo con Yeremay, que nos tranquiliza, pero es preciso reforzar de verdad el equipo si queremos pelear por el ascenso. Después del triunfo en Burgos, y a la espera de repetirlo en el partido pendiente de Tenerife, es un objetivo más que posible, pero se necesitan, al menos, tres jugadores de calidad.
Me preocupa que Diego Gómez, que estaba realizando una gran campaña en el Arenteiro, no disponga de los minutos que necesita para continuar su progresión, o que se piense que otra solución pudiese ser el regreso de Rubén o de Chacón. Los tres apuntan muy, pero que muy alto, pero si se marca como objetivo el ascenso, no es el momento de ellos.
Presidente Escotet apueste fuerte. Aún estamos a tiempo de lograr ese gran objetivo. Esta liga es muy larga. Tenemos el dinero necesario para lograr esos fichajes ilusionantes. El deportivismo se lo agradecerá.
Como también yo quiero, hoy más que nunca, después de su renuncia al contrato que tenía, agradecer a Lucas su decisión de venir al Deportivo para ayudarle a salir de ese infierno que era la Segunda B. Por eso la gente te quiere, Lucas. Suerte.
Augusto César Lendoiro
Expresidente R.C.Deportivo