Los hechos sucedieron cuando efectivos de la mencionada Unidad, en el marco de un operativo contra el furtivismo dentro de la campaña de Navidad observaron en la puerta de un galpón del Puerto de Caión al propietario con un carro con ruedas y a su lado una bomba de achique.
La Guardia Civil procedió a la inspección del interior de dicho galpón localizando un bin de plástico gris con un circuito de circulación de agua salada a modo de vivero en cuyo interior había 41 kilogramos de centolla viva que carecía de trazabilidad, así como de autorización y número de registro sanitario. En la misma noche miembros del Servicio Marítimo localizaron dos sacos fondeados con 28,5 kilogramos de centolla sujetos con mosquetones metálicos a un cabo amarrado a una embarcación. Por tales hechos se procedió a la confección de las pertinentes denuncias por supuestas infracciones a la Ley de Pesca de Galicia por la tenencia y almacenamiento de productos procedentes del marisqueo sin ningún tipo de trazabilidad, y por la tenencia y almacenamiento de productos procedentes del marisqueo sin autorización. La Guardia Civil reintegró las centollas al mar al encontrarse vivas.
