Varias asociaciones se concentraron con coches y pitidos por la ciudad de Lugo contra la ley Celáa. Consideran que es una ley fuertemente intervencionista que promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad del sistema educativo. Creen que reduce la posibilidad de los padres de decidir sobre el centro de sus hijos.
Consideran que el control político a la educación es una agresión a la libertad de conciencia en favor de la imposición de una ideología laicista impropia de un estado no confesional.