El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha retirado el pasaporte al capitán del Villa de Pitanxo, el buque gallego que se hundió el pasado 15 de febrero en aguas de Terranova (Canadá), y le ha prohibido salir del territorio nacional, tras tomarle declaración en calidad de investigado.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 ha seguido el criterio de la Fiscalía, apoyado también por las familias de las víctimas, y ha impuesto además al capitán del barco, Juan Padín, la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado, informan a Efe fuentes jurídicas.
Padín ha declarado este lunes ante el juez en calidad de investigado por el naufragio ocurrido el pasado mes de febrero, mientras que su sobrino y el marinero ghanés Samuel Kwesi, los otros dos supervivientes de la tragedia, lo han hecho como testigos.
Se mantienen las versiones iniciales
Según diversas fuentes consultadas, los tres han mantenido las versiones aportadas ante la Guardia Civil, contradictorias entre sí, y el capitán ha asegurado que dio la orden a la tripulación de ponerse el equipo de salvamento y que había suficientes para todos, y ha subrayado que los marineros se encontraban en shock.
Avanza así la vertiente judicial del caso, mientras las familias insisten en la necesidad de bajar al pecio para comprobar su estado y recabar pruebas que aclaren las causas que desencadenaron una de las mayores tragedias de la navegación española, donde la Fiscalía vio indicios de, al menos, 21 delitos de homicidio por imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores.
Las declaraciones se producen en medio de un conflicto sobre quién debe asumir la competencia de esta investigación: la Audiencia Nacional cree que deberían ser los juzgados de la localidad donde radica el puerto base del buque (Marín, en Pontevedra), pero el juzgado de Marín discrepó, rechazó asumir la causa y la envió de vuelta a la Audiencia.