Desde 2015 el Gobierno autonómico prohíbe el uso de móviles durante las clases; salvo que la dirección del centro considere que ese uso sea necesario en un determinado momento.
Aunque las nuevas restricciones entrarán en vigor en enero, la Xunta se abre a negociar, con la comunidad educativa, la aplicación en el tramo de 16 a 18 años de edad.