La castaña adquiere rango estratégico para la economía y la identidad de la provincia
Grupo Cuevas y Diputación exploran nuevos modelos de apoyo al rural
Diputación de Ourense y Grupo Cuevas crearán una alianza público-privada para fortalecer el mundo-castaña, propiciar su integración en la actividad social y fomentar una conciencia colectiva de la castaña como bien común. Además, mantendrán el compromiso de promocionarla y extender su consumo y promoción en las actividades públicas y privadas, en los comedores públicos, en las acciones culturales y en el comercio, los congresos o en las ofertas hoteleras y gastronómicas, entre otros objetivos. El proyecto incluye incorporar la castaña a la imagen de marca de Ourense y que pueda convertirse en la seña de identidad de la provincia.
El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, y el director general de Grupo Cuevas, Artur Yuste, desvelaron algunos datos sobre el valor estratégico de la castaña y la importancia que tendría para la provincia y el rural un mejor aprovechamiento de su potencial económico, y un mayor desarrollo productivo, cultural y turístico.
Artur Yuste señaló a modo de ejemplo que el potencial productivo de Galicia es de 90 millones de kilos al año, de los que solo se recogen 20 millones, “es decir, 70 millones se quedan en el suelo”. Incidió en que la empresa ourensana trabaja con la castaña desde hace 80 años, que es líder español en la fabricación de marron glacé y que está presente en 30 países del mundo, con un aumento de ventas en los mercados exteriores del 70% desde 2009. En su intervención destacó los contactos con centros tecnológicos y de ingeniería alimentaria para desarrollar nuevos productos innovadores basados en la castaña.
Agradeció al presidente de la Diputación su disposición a iniciar este movimiento “para que Ourense busque riqueza, futuro y afecto” a través de la castaña, y al que “espero, se sumen muchos más apoyos”. Agradeció también la necesidad y la oportunidad de poner en marcha y experimentar un “protocolo amable con cualquier iniciativa que contribuya al consumo de la castaña”. Añadió que esta alianza servirá asimismo para intervenir “en vertical” en las zonas rurales de la provincia -más allá de las intenciones-, y nos dará la oportunidad de crear un espacio perfectamente visible y diferenciado en la globalización: Ourense. Mundo castaña”. “Tenemos un diamante protegido por los erizos, pero tenemos que empezar por levantarlo del suelo”, concluyó el responsable de Grupo Cuevas.
[[DEST:“Todas las propuestas que fomenten el uso de la castaña dispondrán de una atención ´sensible`]]
Manuel Baltar agradeció a Artur Yuste y a Grupo Cuevas su implicación en esta apuesta “vital para la provincia y para el territorio”, y manifestó su disposición a aplicar un modelo de atención “generoso” con cualquier propuesta que crea en el aprovechamiento de la castaña. “Todas las iniciativas que fomenten el uso de la castaña encontrarán en nosotros una atención sensible”, resaltó, “como experiencia que luego podríamos replicar a otros sectores o productos de alto valor estratégico”. Convencido de que la castaña “puede ser nuestro gran valor”, invitó a incorporarse a esta alianza “a todos los que compartan este sentimiento y confíen en la apuesta que hoy iniciamos con la empresa que más ha protegido, defendido y creído en la castaña”.
“Y no sólo a las empresas -continuó- también invitamos a la educación, al turismo, a la universidad, al sector agrario, a los jóvenes, a los emprendedores, al comercio….vamos a estar al lado de quienes hagan de la castaña su proyecto de vida, y al mismo tiempo acompañaremos a quienes hagan de la castaña un uso social, económico, cultural, agrícola, gastronómico o de cualquier otro tipo”. En este sentido mostró su intención de dotar a la parte de la administración que tenga relación con la castaña de un “plus de soluciones continuas y de compromiso para poner la castaña en el corazón estratégico de Ourense”.
Resumió su pretensión en el deseo de poder “construir una especie de estado de ánimo oficial y transversal que ayude a crecer a todos los proyectos inspirados en la castaña, y a crear una conciencia de lo nuestro”.
Ambos coincidieron en ponderar el potencial productivo de castaña y las cualidades que posee para convertirse en símbolo identitario de Ourense, entre otras razones de peso por su notable implantación y concentración en la provincia (de las casi 40 mil hectáreas de castaños registradas en Galicia más de la mitad están en el rural ourensano), por su altura emocional que arranca desde la emigración a América, por su prestigio en los mercados internacionales y por la elevada versatilidad que igual le permite ser aprovechada en un abanico tan amplio que va desde la gastronomía hasta la cosmética, pasando por las propiedades de su cáscara para depurar agua o fabricar adhesivos, entre otras utilidades que se están investigando. Por producción y valor económico es el principal fruto de Galicia, con un rendimiento económico anual por hectárea que rebasa los 4.500 euros.