Consecuencias de la reciente disolución del Patronato del Pazo de Cultura de Pontevedra. Una decisión adoptada en actual mandato por el gobierno de Fernández Lores que llevó la desaparición del organismo autónomo del Pazo da Cultura, recuperando un mayor control de la gestión cultural, y subrogando a la mayoría de los trabajadores, excepto a la persona de Pilar Portela, gerente hasta 2020 del Pazo.
Esta responsable de alta dirección denunció al concello por despido nulo y, por lo tanto, pedía ser restituida en su puesto de trabajo. Ahora, el fallo judicial le da razón pero aclara que su caso no se corresponde con un despido nulo y sí con un improcedente. Por lo tanto, el concello no deberá reincorporarla a su puesto de trabajo y está obligado a compensar económicamente a Pilar Portela con unos 127.000 euros de indemnización.
Ante esto, el gobierno municipal ha confirmado que se presentará recurso en el alto Tribunal de Galicia. Consideran que se trata de un despido de alta dirección y no convencional. Según interpreta la edil de cultura, Carmen Fouces, en la sentencia queda reflejado que la desvinculación con la ex gerente no estuvo motivada por diferencias o represalias personales.