Investigación judicial

Exculpado el conductor del autobús del accidente de Pedre en el que murieron siete personas en 2022

Un juzgado de Pontevedra exime al chofer de ser el principal responsable del siniestro en la N541, a la altura de Cerdedo-Cotobade, en el que se precipitó un autobús al río Lérez

Todo lo que se sabe de las víctimas mortales del accidente del autobús que se cayó al río Lérez en Pontevedra

Juan de Sola

Pontevedra | 12.06.2024 09:21

Sobreseída la causa contra el conductor del autobús que se cayó al río Lérez desde el puente de Pedre en la carretera N541, a su paso por el concello de Cerdedo-Cotobade. Como consecuencia de este accidente siete personas perdieron la vida, la nochebuena de 2022. La decisión procede del juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra, instancia que considera que "no hay indicios" de una posible comisión de imprudencia del chófer del autobús, al servicio de la compañía Monbús, cuando cubría la línea Lugo-Vigo.

Un informe pericial de la Guardia Civil asociaba el siniestro registrado la noche del 24 de diciembre de 2022 con un exceso de velocidad como causa principal. Por este motivo, se investigaba al conductor del vehículo por los presuntos delitos de siete homicidios por imprudencia.

Ahora, y pese a las conclusiones de los peritos, la titular del juzgado de instrucción dicta el archivo de la causa contra el chófer, que podrá ser recurrida, al contradecir el criterio de la Guardia Civil en el que se apuntaba a una falta de adecuación de la velocidad al tramo y a las condiciones meteorológicas después escuchar a los dos supervivientes (conductor y pasajera) y analizar los informes presentados por las partes.

Imprecisiones

Según el documento elaborado por responsables de la investigación de la Guardia Civil, el conductor no ajustó la velocidad al tramo y al mal tiempo de aquella jornada, en la que se registraron intensos episodios de precipitaciones durante todo el sábado 24 de diciembre de 2022. Se llegó a esta conclusión después de que los expertos de la benemérita comprobasen que el autobús circulaba a 90km/h a 860 metros antes de alcanzar el punto donde se produjo el fatal accidente; al parecer, el sistema GPS así lo indicó antes de que se perdiera la señal.

Sin embargo, no hubo posibilidad de reconstruir (con datos precisos) lo sucedido en los kilómetros previos al accidente porque el tacógrafo, recuperado del agua, quedaría dañado al precipitarse el autobús al cauce fluvial del río Lérez; un hecho que impidió la obtención de información esencial para la investigación.

Velocidad media

El informe pericial también indicaba que la velocidad media se situó en los 66km/h durante una gran parte del trayecto, aunque "varió en algunos tramos" del recorrido. Esta imprecisión y el reconocimiento del conductor de que la velocidad a la que circuló no fue siempre la misma motivó a la jueza instructora del caso a determinar la imposibilidad de acreditar el exceso de velocidad como casusa principal del accidente.