La candidatura de Rafael Louzán para patronear un complejo barco como la RFEF no solo cuenta con el respaldo de los barones territoriales sino también recibe el apoyo de LaLiga, lo que refuerza su posición en la carrera por la presidencia en el principal órgano de representación en el fútbol español.
La propuesta de aupar a Rafael Louzán surge tras la inhabilitación de Pedro Rocha, el actual presidente interino de la RFEF. En la actualidad, Louzán gestiona la Federación Galega de Fútbol y tiene abierta una causa pendiente en el Tribunal Supremo por prevaricación durante su mandato como presidente de la Diputación de Pontevedra tras la adjudicación irregular de un contrato, con sobrecoste, para construir el campo de fútbol de hierba artificial de Moraña. Este procedimiento, en su paso por la Audiencia de Pontevedra, le permitió evitar la condena de dos años de cárcel, pero, no pudo esquivar la inhabilitación de 8 años para ocupar cargo público por los delitos de prevaricación y fraude. Sin embargo, pese a esta controvertida situación judicial, Rafael Louzán ha logrado sumar apoyos significativos entre los denominados "barones" del fútbol español.
El proceso electoral se celebrará el 16 de diciembre de 2024. Antes de esa fecha tuvieron lugar los comicios para conformar una nueva Asamblea General (25 de noviembre de 2024). Tras este proceso interno todo apunta en la misma dirección: Louzán se perfila como uno de los favoritos para asumir el liderazgo de una convulsa RFEF.
A su favor juegan una dilatada experiencia en la gestión deportiva, al frente de la federación gallega de fútbol, y un extenso recorrido en el ámbito político. Dos características que le conceden una capacidad para generar consensos que pueden ser claves durante la campaña electoral. El tiempo dirá.