Los trabajadores de la fábrica de Ence en Pontevedra exigen al gobierno central que garantice la continuidad y el futuro de los puestos de trabajo y modifique la redacción de los artículos 18.3 y 18.4 de la futura Ley de Cambio Climático. Aseguran que la actual redacción deja abierta la posibilidad de modificar los plazos de concesiones de Costas, acortar o no la permanencia en función de los criterios medioambientales y ecológicos.
La presidenta del Comité de Empresa de Ence, Ana Cedeira, alerta que la dirección de la compañía tiene claro el cierre de Pontevedra, si este mes de marzo se aprueba el texto sin los cambios solicitados. La Ley de Cambio Climático se encuentra en tramitación parlamentaria. En estos momentos, las alegaciones presentadas por los grupos políticos de la oposición no suman lo suficiente como para obligar a cambiar la redacción del proyecto. Esto deja en manos de los grupos de la coalición de gobierno el futuro de Ence en Galicia.
Además, el sindicato de CC.OO. de Grupo Ence (con mayoría de representantes entre los trabajadores/as en los centros de la compañía en Pontevedra) avisa de las graves consecuencias del cierre de los centros de trabajo que, advierte, serían a corto plazo si se aprueba definitivamente, a finales del mes de marzo, el proyecto legislativo. Jose Luis García Pedrosa, secretario de organización de CC.OO, asegura de que, a diferencia del cierre de Elnosa, en este caso "no hay Plan B. No existen alternativas".
Pedrosa ofreció un dato para describir la magnitud del impacto: la masa salarial de los trabajadores de Ence supera el presupuesto anual del concello de Pontevedra (84 millones de euros). Dicho de otra forma: la economía que mueven los empleados de la fábrica es mayor que el presupuesto municipal.
