Con bares, cafeterías y restaurantes funcionando hasta las seis de la tarde y con el 50% de las terrazas, ayer tarde los hosteleros compostelanos trasladaron sus protestas a las puertas de la residencia oficial del presidente de la Xunta, a Monte Pío. Convocados por la Asociación Hostelería Compostela y por la Asociación de Bares, Pubs e Discotecas de Compostela, han pedido al presidente compensaciones para un sector que se siente discriminado y que acumula pérdidas que cifran en un 80%. Amenazan además con emprender acciones legales contra la Xunta al entender que las decisiones tomadas por el ejecutivo gallego el pasado día 8 de enero ocasionaron un perjuicio al sector que, consideran, «constitúe un claro suposto de responsabilidade patrimonial da Administración Autonómica».
Hasta Monte Pío llevaron cacerolas, velas y hasta un ataúd.“Alberto, Alberto, quero o bar aberto» o «Plan de rescate xa», son algunas de las consignas que se pudieron escuchar en esa concentración. Ya avanzan que habrá más acciones de protesta.
