Tras una inversión de más de 10 millones de euros, este sabádo entra en funcionamiento la nueva estación de autobuses de Santiago, junto a la estación del ferrocarril, en Clara Campoamor. Una estación "más funcional", explica el gerente de la empresa municipal Tussa, encargada de la gestión. La nueva terminal cuenta con una superficie total que supera los 13.000 metros cuadrados. Con dos plantas superpuestas y una treintena de dársenas: 19 de transporte interurbano, 6 del metropolitano y otras 10 de regulación. Se estima que al día pasarán por la nueva estación entorno a unas 450 expediciones (224 llegadas y 227 salidas). En hora pueden juntarse "entre ocho y diez autobuses". Además hasta ocho líneas del transporte urbano tendrán parada en la rúa do Hórreo y/o Santiago León de Caracas para facilitar las conexiones. Y en la vieja estación seguirán parando las líneas circulares y la L5, P1 y P2. Será una "revolución en el transporte", moverá al año entre cinco y siete millones de pasajeros.
La vieja terminal, que data de 1971, será demolida este verano. Santiago dice adiós a medio siglo de historia. La Xunta de Galicia licita las obras de demolición por 1.5 millones de euros.