El comité de Empresa de Urbaser denuncia que la empresa ha reducido peatones y brigadas, ha traído maquinaria de baja calidad y camiones que no se adecúan a la configuración urbanística del municipio
Transcurridos más de dos años de la nueva concesión del servicio de recogida del basurero y limpieza vial, el comité de empresa de Urbaser Santiago de Compostela viene de denunciar publicamente el mal servicio que se está prestando y el empeoramiento sufrido en la mayoría de los trabajos que se hacen a diario.
En el caso de la limpieza viaria, señalan que en el anterior contrato esta se hacía con un carriño de dos cubos y en brigada de tres o cuatro operarios, y con barredoras mecánicas. Sin embargo, en el actual contrato se eliminaron los carriños de dos cubos y se pusieron los de un único cubo "bajo la excusa de que pesan menos".
Siendo esto cierto, apuntan que en realidad son mucho más incómodos porque no tienen el peso repartido. Además, al tener un solo cubo "no podemos separar los residuos que imos apañando -por lo que tienen que ir todos para el contenedor de resto- y se reduce la capacidad de trabajo". De otra banda, con la eliminación de las brigadas, la calidad de la limpieza "es mucho más deficiente ya que el trabajo que antes se marcaba para una brigada ahora se marca para un operario/a".
El comité de Empresa señala con este nuevo contrato se han comprado cinco máquinas nuevas, "pero de habitual están paradas ya que son máquinas muy sencillas y de escasa calidad".
Camiones que no sirven para el servicio
En lo relativo a la recogida de basura, critican que "con el nuevo contrato ha llegado una nueva maquinaria y un nuevo modelo de trabajo". Pero la mayoría de los camiones que ha adquirido Urbaser "no se adecuan a las características de la ciudad o resultan más incómodos para que el personal cargue los residuos".
Así, los camiones de carga lateral son demasiado grandes para una ciudad "que está compuesta de calles estrechas y mucho rural", mientras que los camiones de carga trasera "solo pueden ser calificados de despropósito". Denuncian que se han incorporado tres camiones "demasiado altos y grandes" por lo que se dificulta el trabajo y el manejo diario y cinco camiones pequeños "que realmente no sabemos para que pueden servir y que están parados casi siempre ya que no se adaptan para nada al trabajo diario".
A este respecto, explican que la Zona Histórica se sigue recogiendo con los camiones de la contrata anterior, algunos de ellos "con más de 20 años, la gasóleo, que pierden residuos, aceites y lo que es peor, son camiones muy pesados".
Con el nuevo contrato también se ha reducido a un solo peatón la recogida de carga trasera y se eliminó el peón de carga lateral en varias rutas provocando con esta medida "que la persona de trasera haya de hacer el doble de esfuerzo y que en la recogida de carga lateral se deje todo ciscado al desborde, ya que no se lleva peón para hacer ese labor".
De otro lado, indican que el trabajo en los puntos limpios de baldo de cajas no se ha mejorado para nada, "convirtiendo en una odisea diaria algo tan sencillo como toldar una caja para llevarla su lugar de reciclaje".
Incluso personal de hace 20 años
Sobre la silla critican que "sigue siendo prácticamente el mismo, con la diferencia de que la ciudad cambió al 100% con respecto a 20 años atrás".
Otra práctica, alertan, que ya se hacía en el contrato anterior y que se continúa haciendo ahora "es valer las cajas del punto limpio del Ayuntamiento de Ames con operarios/as y maquinaria de Santiago y en horas ordinarias de servicio".
Con respecto al lavado de contenedores "sigue brillando por su ausencia. Están saliendo a limpiarlos los compañeros y compañeras de Selursa con una hidrolavadora cuando hay en la empresa dos camiones para lavarlos".
Tampoco se cumplieron los compromisos sobre los vestuarios: "a día de hoy los vestuarios de la Calle de Arzúa continúan sin estar operativos y estamos a usar unos situados en la Calle Pitelos, que son del años 90".
El comité subraya que todas estas cuestiones han sido trasladadas en repetidas ocasiones al Ayuntamiento y a la empresa concesionaria "haciendo caso omiso de nuestros comentarios".
