El ayuntamiento de Santiago de Compostela recaudaría al año 3 millones de euros que invertiría, en un 95% en servicios del municipio y un 5% destinado al fondo autonómico de promoción turística. Recaudaría la Xunta de Galicia y sería cedido a los ayuntamientos que se acogieran a la tasa. La propuesta de Santiago de Compostela incluye una ley autonómica, que tendría que ser remitida al Parlamento de Galicia, para que el impuesto pueda aplicarse en todas las zonas turistificadas. La alcaldesa de la capital de Galicia, Goretti Sanmartin pide al presidente de la Xunta Alfonso Rueda celeridad en tomar una decisión. La tasa, dice Sanmartin, es demandada por la ciudadanía.
El director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles, indicaba que estudiarán la propuesta de Santiago, pero lamentaba que no se hubiera dialogado y en una primera valoración indicaba que es muy similar a la que ya fue rechazada al no regular el excursionismo.
El estudio elaborado por los catedráticos de la Universidade de Santiago, Rubén Lois e César García pone el foco en que Santiago soporta una presión turística de 9,5 visitantes por cada habitante, dos puntos por encima de destinos como Granada o Toledo y 5 puntos más que grandes focos del turismo estatal como Barcelona y Sevilla.