Las concejalas socialistas Mercedes Rosón, Marta Álvarez y Mila Castro respaldaron al único portavoz municipal Gonzalo Muños, suspendido de afiliación del PSOE por 18 meses por "indisciplina reiterada". En una comparecencia este lunes en la sala de prensa del Concello de Santiago los cuatro concejales, de los seis que forman parte del grupo municipal del PSOE, comparecían pidiendo el amparo de la dirección gallega de su formación apelando directamente a Gómez Besteiro que revise el expediente detenidamente. El concejal Gonzalo Muíños desveló que le llegaron a ofrecer seguir el próximo mandato a cambio de la dimisión de alguno de sus compañeros para que entrara en la corporación municipal el secretario xeral de la agrupación local señalando "¿de qué sirve la lealtad cuando lo que se quiere es reemplazar a los concejales, si lo que quiere es que uno de nosotros se vaya para que lo coja Aitor Bouza"
Punto por punto Gonzalo Muíños repasó los motivos por los que fue suspendido del PSOE, desmontando cada falta con su versión de los hechos. Recuerda además que van a recurrir ante la comisión de ética y garantías del PSOE esa suspensión de militancia. Y convencido de que no servirá para nada ya avanzó que llegará hasta donde sea necesario para defender sus derechos y no descarta acudir a la justicia.
Las concejalas Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez niegan que desafíen a la dirección del partido. Ha negado las acusaciones de no convocar al responsable local a las reuniones y ha dicho que Bouza era citado a las reuniones antes del pleno acompañado por la vicesecretaria xeral, Marta Álvarez Santullano, algo a lo que desde el grupo "nunca" pusieron objeción aunque "según los estatutos su presencia no estaría justificada". "Los correos están ahí y eso no es posible trampearlo", ha enunciado mientras mostraba los mails.
En todo caso, sí que ha indicado que a partir de la votación de la ordenanza de las VUT "se dejó de convocar". "Pero no fue una acción, sino una reacción a la apertura de los expedientes disciplinarios", ha aclarado.
Asimismo, una vez detallado los motivos en los que se basa su suspensión, el edil ha aseverado que "lo único que queda claro es que son solo excusas" para efectuar "un plan acordado por Bouza y Santullano con el apoyo necesario de Bernardo Fernández" --el secretario provincial en A Coruña--.
A continuación, ha tomado la palabra Mercedes Rosón, que ha subrayado que los cuatro concejales que este lunes han comparecido no se han prestado a "participar en sentarse en la mesa de reparto de cargos".
En esta línea, ha sostenido que la sanción por la votación de la ordenanza de las VUT era "una excusa" para abrir el expediente y conseguir "el objetivo real". Ha mostrado su "respaldo absoluto" a Muíños que, a su juicio, ha hecho un trabajo "tremendamente duro" en una situación "muy complicada" y "sorteando muchas presiones que no todo el mundo sería capaz de soportar".
En este sentido, ha reprochado que "querer alterar la representatividad municipal forzado dimisiones a través de presiones continuas es absolutamente reprobable" y representa "las miserias de la política". Cree que lo que está ocurriendo es "inédito en la historia de la política municipal y lamenta que la ciudadanía esté "asustada de todo este proceso".
También ha apelado Rosón, al igual que Mila Castro y Marta Álvarez, a los órganos superiores del partido y, en concreto, al secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, para que revise el expediente "de forma pausada" y vean que "todo esto no tiene ningún sentido".
"Él conoce esta cuestión, está al tanto. Además, el sufrió en primera persona las malas artes, injusticias, mentiras en la política durante siete años. Él los sufrió y ahora le toca a Gonzalo pasar por ese calvario", ha manifestado Mila Castro, que también ha denunciado que en este proceso "se incumplieron las normas desde el inicio".
Por todo ello, ha demandado a Besteiro que "no se preste a ser cómplice de todo esto". "Le diría que él no necesita de estas cosas para salir airoso de este Congreso Nacional. Si es cierto que este es un proceso garantista, que lo revise, que lo supervise y ponga los intereses de los ciudadanos por encima de cualquier interés orgánico", ha manifestado.
Además, ha advertido de que lo que ocurra en el Ayuntamiento de Santiago "va más allá" de lo local y puede afectar a "la imagen" como partido. "Si queremos ser una referencia no solo política, sino también ética, este no creo que sea el camino adecuado", ha relatado Castro antes de aseverar que defenderán su postura "hasta el último momento", puesto que no es una cuestión únicamente de Gonzalo Muíños.
Al concluir la rueda de prensa, y con motivo de la reunión prevista para que el grupo ratificase a Sindo Guinarte como portavoz a propuesta de la dirección, Guinarte y Marta Abal acudieron a la oficina del Grupo Municipal Socialista y atendieron a los medios de comunicación al no haberse celebrado el encuentro.
En sus declaraciones, Guinarte ha defendido que su cambio de postura se debe a que desde el verano, tras la votación de las VUT, reivindicaba que "había que retomar las relaciones con la agrupación y con el partido".
"Hay cuestiones en las que evidentemente hubo errores por parte de la agrupación municipal. No voy a desdecirme de eso, pero siempre defendí que hay que hablar, por más discrepancias que pueda haber", ha reconocido en relación con "romper el diálogo" con el partido.
Sobre las presiones que han denunciado sus compañeros, Guinarte y Abal lo han negado. "A mí nadie podía presionarme porque a mí nadie me puso en la lista del PSOE, me puse yo. Nadie me podía presionar con nada para que me fuese del Ayuntamiento", ha zanjado.
El edil también ha afirmado que por el momento no se plantea dimitir. "Les he dicho muchas veces que yo no me iba a ir del Grupo Municipal Socialista a condición de concejal no adscrito. O me quedaba en el grupo o me iba para casa. Y en esa situación estoy", ha expuesto.