También satisfechos y aliviados se han mostrado los trabajadores transfronterizos y las familias con hijos escolarizados en el norte de Portugal. En la sintonía de Onda Cero, hace un par de semanas, Miriam nos contaba su problemática. Vive en Tomiño y por cuestiones laborales sus hijos están matriculados en una escuela infantil en Vilanova de Cerveira. Lo que habitualmente era un viaje de 10 minutos, con el cierre de las fronteras se coinvirtió en una odisea de mas de un hora. Esta situación empezaba a tener ya repercusiones económicas para ella.