La jueza ha tenido en cuenta a la hora de decidir el ingreso en prisión del detenido, el agravante de alevosía.
Víctima y asesino vivían en el mismo piso, el segundo, y solo una puerta separaba las viviendas de ambos. Él un vecino problemático, al que según algunos vecinos le molestaba todo y que en las últimas semanas dejaba a la mujer notas amenazantes. Ella, 56 años de edad, dejó de abrirle la puerta a este individuo porque tenía miedo.
El presunto asesino de 63 años podría haber estado esperando a su víctima y cuando, el pasado domingo por la noche, escuchó como la mujer llegaba a casa y antes de que consiguiera abrir la puerta de su domicilio en el rellano de la escalera, le asestó varias cuchilladas en el pecho. Los vecinos escucharon los gritos y llamaron a la policía. Instantes después de que los agentes llegasen al edificio, el hombre salió de su vivienda con las manos ensangrentadas afirmando que la mujer estaba muerta. Fue detenido en ese instante.
En la ciudad de Vigo se decretó día de luto oficial.