Mientras, desde la Cooperativa de armadores de Vigo se afirma que no hay problemas para cargar el pescado en los puertos, las dificultades están surgiendo en los lugares de paso como Benavente o la frontera portuguesa, así como en el acceso a los grandes centros de distribución, como Mercamadrid. Además, ya ha sido necesario destruir varias descargas ante la imposibilidad de mover la mercancía.