El jugador ha sido condenado a una sanción económica de 10 euros diarios durante 20 meses. En la sentencia se especifica que no se le impone la pena mínima (18 mees) «al no haber acontecido un acto de constricción o arrepentimiento del acusado hacia la víctima».
Los hechos ocurrieron en abril de 2019 durante el partido que enfrentó al Espanyol y al Celta de Vigo en Barcelona. La mujer, que trabajaba como mascota del equipo catalán, denunció que, durante los saludos, Mallo le tocó los pechos. El jugador negó las acusaciones y su defensa pidió el sobreseimiento del caso. No ha sido así.
Hugo Mallo, actualmente en la disciplina del Aris de Salónica, ha anunciado que recurrirá la sentencia.