-Sin profundidad: El fútbol del Celta se apaga en los metros finales. Sin verticalidad y muy previsible, le cuesta generar ocasiones.
-Baja forma: futbolistas llamados a ser determinantes, se encuentran en un pobre estado de forma.
-Iago Aspas: pocos equipos hay en laLiga tan dependientes de un sólo jugador como ha sido el Celta en las últimas temporadas. El comienzo de curso de Iago Aspas está siendo gris, y se le echa de menos.
-Defensa: ha habido errores individuales en defensa impropios de un equipo de máximo nivel. Esos fallos han costado goles y puntos.
-Cambios: en el nuevo fútbol de los cinco cambios, contar con sustituciones de nivel que puedan mantener o incluso mejorar el rendimiento se convierte en un factor decisivo a la hora de manejar los partidos. El Celta tiene una plantilla muy corta.