La nueva planta tiene capacidad para fabricar 250.000 toneladas anuales de combustibles renovables, a partir de residuos, como el aceite de cocina usado. Un combustible que se puede utilizar en aviones, barcos, autobuses, camiones o coches. En la nueva planta se van a procesar 300.000 toneladas anuales de residuos orgánicos, priorizando el origen nacional y europeo.
El director de la Refinería en Cartagena, Antonio Mestre, apunta que la producción de este combustible verde, permitirá evitar 900.000 toneladas de CO2 al año, y supone la reducción del noventa por ciento de la emisiones netas de CO2 en comparación con el combustible de origen mineral. En su diseño, construcción y puesta en marcha han participado 1.200 trabajadores y 140 empresas auxiliares.
En la nueva planta de Cartagena, la producción de combustibles renovables representa un 5% de su producción total de diésel o un 17% de su producción de queroseno.