Según el abogado de Ausbanc, Carlos Arnau, la sentencia demuestra que la información que contenía el folleto informativo de Bankia, que entregaron a la familia, era "falso" porque los datos que contenía no se correspondían con la situación real de la entidad, ya que cuando el banco mantenía que sus ganancias eran de 305 millones de euros, "la verdad era que sus pérdidas reales llegaban a los 2.979 millones". Añade que, meses más tarde, solicitó 19.000 millones de euros de dinero público.
Arnau destaca que un informe de peritos del Banco de España de 2014 determina que Bankia salió a Bolsa sobre la base de una información contable que no reflejaba la imagen fiel del banco, y agrega que la solicitud de nulidad de los contratos de adquisición de acciones basada en dolo o error está sujeta a un plazo de caducidad de 4 años desde que los accionistas han sido plenamente conscientes del engaño, por lo que el plazo finalizaría en 2018.
El importe medio invertido en Murcia fue de 5.000 euros, y el 90 por ciento de los inversores fueron pequeños accionistas y sólo un 10 por ciento pequeñas empresas familiares "que fueron animados por las expectativas que se publicitaban en el folleto informativo", aseguró Arnau.
La juez advierte que este tipo de operaciones no pueden considerarse de "bajo riesgo y de fácil comprensión", y recuerda que en mayo de 2012 fue intervenido el banco "con un multimillonario aporte de fondos públicos para su mantenimiento".
Consultado Bankia sobre esta sentencia, un portavoz de la entidad ha dicho a EFE que no han sido notificados. Contra la sentencia cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Murcia, para el que la jueza fija 20 días desde la fecha de notificación.
Ausbanc tiene 30 demandas interpuestas de este tipo en la Región y otras 20 en trámite, desconociendo cuantos casos se habrían registrado en esta comunidad de compras de acciones de Bankia, pero Arnau señala que había entonces 19 oficinas desde las que se vendieron acciones a sus clientes.