La Asamblea Regional de Murcia ha declinado este jueves la moción de censura presentada por el PSOE y Ciudadanos contra Fernando López Miras, presidente de la comunidad, del PP.
La moción necesitaba 23 votos a favor para salir adelante, pero el transfuguismo de tres diputados del partido naranja y los votos en contra de los diputados de PP y Vox han evitado esto ocurriera. Además, el presidente de la cámara, Alberto Castillo, de la formación naranja, se ha abstenido, tal y como se había anunciado. Los 21 votos a favor de los 17 diputados socialistas, los dos escaños de Podemos y los dos de Ciudadanos no han sido suficientes para obtener la mayoría necesaria.
La iniciativa pretendía sustituir en la presidencia a López Miras por la coordinadora autonómica de Ciudadanos, Ana Martínez Vidal, aunque finalmente esta ha fracasado y abre un nuevo escenario político en Murcia.
Una moción de censura marcada por la polémica
Ciudadanos anunció el pasado 10 de marzo que su pacto de Gobierno en Murcia con el Partido Popular quedaba roto, después de dos años de mandato en coalición. Aunque las tensiones ya eran palpables durante los últimos meses, el desencadenante, según apuntaban, fue la vacunación indebida del Concejal de Salud y Deportes, Felipe Coello, y del consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas. Además, el vicealcalde de Ciudadanos, Mario Gómez, también denunció por presunta corrupción al equipo de Gobierno por unas supuestas contrataciones menores realizadas por algunas concejalías del PP, lo que desencadenó en una investigación de la Fiscalía.
Aunque en el momento en el que se presentó la moción se anunció que contaba con la firma de todos los diputados regionales de Ciudadanos, López Miras confirmó más tarde que había llegado a un acuerdo con tres de los cinco políticos del partido naranja en la Asamblea para que estos votaran en contra, entre ellos la vicepresidenta del Gobierno murciano, Isabel Franco. De hecho, la propia Franco aseguró que seguiría ocupando su cargo y que firmó la moción por disciplina de partido, aunque consideraba que no era "momento de política sino de responsabilidad".
El 'no' de los tres diputados expulsados de VOX, a los que se tanteó para que pudieran votar a favor de la moción, imposibilitó que prosperara esta moción. El diputado, Juan José Liarte, explicó esta decisión diciendo que habían optado “por el no” porque les ha “parecido ilusionante la propuesta del PP de comenzar en Murcia para el resto de España la unificación del centro-derecha”.