Mario Simón vuelve a atravesar otro 'matchball'. El técnico pimentonero se la juega como hizo la pasada campaña en Puertollano, justo después de la estrepitosa derrota ante el Hércules (3-0). Ahora, los focos vuelven a estar puestos en el manchego, aunque los números no son nada malos.
El responsable del banquillo grana ha dirigido durante 48 partidos oficiales al Real Murcia. De esos, solo 10 ha perdido.
En la temporada 2021-22, 17 partidos ganados, 13 empatados y tan solo 6 perdidos. Quedan para la retina de los murcianistas los encuentros ante el Rayo Cantabria y la Peña Deportiva. Esos dos sirvieron para ascender desde Segunda Federación a la antesala del fútbol profesional.
Aunque Mario Simón y el equipo no se ha terminado de adaptar a la nueva categoría. En lo que va de 2022-23, el Real Murcia tiene un triple empate a 4. Victorias, igualadas y derrotas. La última, en Copa del Rey ante el Atlético Paso en la isla de La Palma.
El gran inconveniente que está encontrando Simón es la crisis de resultados. En nueve semanas, el Murcia tan solo ha ganado al Bilbao Athletic y la Sociedad Deportiva Logroñés. Eso provoca que tenga una final contra la Unión Deportiva Logroñés. La directiva, que no está a disgusto con el trabajo del entrenador y que cierra filas en torno a su confianza de forma oficial, es consciente de que el público puede culpar a Simón si el resultado del próximo fin de semana no se salda con una victoria.
¿Mejoraría un nuevo entrenador los números de Simón?
En el Real Murcia solo cambiarían al actual entrenador para que llegara un perfil con experiencia. Sin aplicar probaturas a un club ambicioso que atraviesa un contexto histórico casi idílico y que puede decir adiós a su históricas deudas financieras.
Eso sí, si un nuevo capitán desembarcara en el Murcia, tendría un margen estrecho para mejorar a un Mario Simón que le ha dado un ascenso al equipo con una plantilla limitada en Segunda Federación y que tiene, actualmente, en la zona alta de Primera RFEF al grupo.
Ahora los jugadores sufren un bloqueo mental impropio de un club de la zona alta de la clasificación. Y los números como local están siendo muy pobres. Pero quizás haya que valorar la dedicación de un entrenador y un equipo que espera refuerzos en la plantilla en el mercado invernal.