3504 es el número de aborto notificados en total en la Región de Murcia el año pasado y 30 es el número de interrupciones en menores de 15 años, frente a las 13 de 2021. Se ha suplicado el número. El 96,6% de todos los abortos practicados en la Región de Murcia el año pasado se produjeron por debajo de la semana 15 de gestación a petición de la mujer. Solo hubo 65 intervenciones por grave riesgo para la vida o salud de la embarazada, y 73 por riesgo de graves anomalías en el feto.
La Región registra la tasa más alta de abortos desde 2013. El número de abortos en adolescentes también es el más alto desde 2013. Por otra parte, según el Ministerio de Sanidad, solo un aborto fue realizado en la sanidad pública regional, aunque desde la Consejería de Salud afirman que fueron seis las mujeres atendidas el año pasado en la Arrixaca que se encontraban por encima de las 22 semanas de gestación.
El Tribunal Constitucional dictaminó el pasado mes de mayo que la derivación de abortos a la sanidad privada sin acreditar previamente la supuesta objeción de conciencia de los profesionales de la sanidad pública "supone una vulneración de los derechos fundamentales de la mujer". Es eso exactamente lo que ha estado haciendo la Región de Murcia durante años.
No obstante, desde el año pasado, la Arrixaca atiende los abortos practicados por motivos médicos por encima de la semana 23 de gestación. Los abortos entre la semana 20 y 22 pro patología fetal puede pedir ser atendidas en una hospital público solo para la dilatación y expulsión del feto. La técnica previa que interrumpe la vida del feto se lleva a cabo en clínicas privado-concertadas. Según la consejería, el año pasado se realizaron 72 intervenciones de este tipo en la Arrixaca.
El Ministerio de Sanidad señala que "tiene entre sus prioridades seguir impulsando la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva en un trabajo conjunto con las comunidades autónomas y las sociedades científicas y asociaciones para prevenir los embarazos no deseados y la planificación familiar".
Sanidad tiene el firme propósito de seguir garantizando el derecho a las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública, mejorando el acceso a esta prestación dentro del Sistema Nacional de Salud, haciendo especial mención al trabajo de todos los profesionales dentro y fuera del sistema, a favor de la salud y seguridad de las mujeres.
DATOS NACIONALES
El año pasado se registraron 98.316 interrupciones voluntarias del embarazo en España, lo que supone un aumento del 9 por ciento, es decir que 8.127 mujeres más abortaron con respecto a 2021, según se desprende del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) publicado este jueves por el Ministerio de Sanidad, en el que se observa que, una vez terminada la pandemia, este dato se ajusta a los parámetros de la última década.
Por edad el mayor número de abortos se da en el grupos de edad de 20 a 24 años y de 25 a 29 años; le sigue de 30 a 34 y de 35 a 39 años; y después van menores de 19 años y mayores de 40 años. Así, se realizaron IVE a 306 menores de 15 años, 10.129 menores de 20 años; 43.154 a mujeres de 20 a 29 años; 40.793 abortos fueron en mujeres de 30 a 39 años; de 40 a 44 años fueron 7.689 abortos y en mayores de 44 se realizaron 724 abortos.
Para el 66 por ciento este era su primer aborto voluntario, mientras que el 22 por ciento de las mujeres afirmó haberse realizado antes una interrupción voluntaria del embarazo; un 7 por ciento de las mujeres señaló que era su tercera intervención y un 2 por ciento afirmó que era la cuarta IVE.
En cuanto a su situación personal, un 8,49 por ciento de las mujeres no tenía pareja pero sí hijos, mientras que 31,9 sí tenía pareja e hijos. Sin hijos, un 9 por ciento estaba soltera, mientras que 14,31 vivía con su pareja y hasta un 23,5 vivía con sus padres. respecto al número de hijos, el 50,6 por ciento no tenía hijos, mientras que el 23,55 por ciento afirmó tener un hijo; el 18,37 dos y más de un 7 por ciento afirmó tener 3 o más hijos.
En cuanto al nivel educativo, la encuesta muestra que un 35,10 por ciento tenía completado el bachillerato o algún ciclo de FP equivalente y hasta el 31,4 por ciento afirmó tener la ESO; mientras que el 19,8 por ciento señaló tener estudios universitarios. Respecto a su situación laboral, un 57,33 era trabajadora por cuenta ajena; un 17,88 por ciento estaba en el paro; un 12,6 por ciento era estudiante; un 4,65 por ciento afirmó ser trabajadora por cuenta propia; un 4,29 era ama de casa y pensionista un 0,34 por ciento.
En cuanto a qué motivó la interrupción, el 91,23 señala que por petición propia; un 5,66 por ciento por un embarazo de grave riesgo para la vida de la mujer; y un 2,8 por riesgo de graves anomalías en el feto o fatales anomalías incompatibles con la vida. Un 73 por ciento lo hizo a las ocho semanas o antes; mientras que un 21,9 por ciento de 9 a 14 semanas, un 4,88 por ciento de 15 a la semana 22 y un 0,18 por ciento más allá de la semana 23.
Puede consultar aquí todos los datos estadísticos del Ministerio de Sanidad.