La CHS alerta de que el incremento gradual del caudal ecológico en el río Tajo y el mayor consumo de agua desalada encarecerá el precio del agua para riego, reducirá la superficie regable del trasvase y producirá una pérdida estimada de 4800 empleos directos.
La memoria del Plan de Cuenca del Segura estima que el precio del agua podría encarecerse un 73% y llegar hasta un 170% de incremento en episodios de sequía a no ser que el Ministerio para la Transición Ecológica adopte medidas legislativas adicionales que minoren las tarifas.
El organismo de cuenca también advierte de que los incrementos tarifarios pueden provocar una pérdida de 10.571 hectáreas de superficie regada de la zona del Trasvase, equivalente al 12,5% del total, y una disminución del valor de producción de 76,4 millones de euros al año. El efecto de esta disminución en el número de empleos considerando 1.800 horas anuales de equivalencia entre empleos y jornales se evalúa en la cantidad de 4.896 empleos directos y 11.183 conjuntamente con la industria agroalimentaria vinculada a los mismos.
La memoria del proyecto de Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura 2021-2027 también advierte de la sobrexplotación de los acuíferos de la cuenca del Segura. El presidente de la CHS, Mario Urrea, recuerda que la directiva marco del Agua y las Aguas subterráneas dice que deberá dejarse de extraer agua en aquellas masas de agua que en 2027 no alcancen los niveles óptimos de explotación.
Masas de agua en mal estado sin plan de recuperación
En la cuenca del Segura son 19 las masas de aguas subterráneas declaradas en mal estado cuantitativo, sin embargo, la CHS no ha constituido las preceptivas comunidades de usuarios ni aprobado los correspondientes programas de medidas para la recuperación de la masa de agua como estipula el artículo 56 de la Ley de Aguas. El organismo de cuenca disponía de un año de plazo desde 2014 y han pasado 5 años. La Junta de Gobierno estableció en 2014 medias cautelares que se mantienen dado que no ha aprobado un plan de actuación.
Desde 2014 y en 18 masas de agua subterráneas declaradas en mal estado cuantitativo, el organismo de cuenca no permite el otorgamiento de concesiones o autorizaciones que impliquen asignación de nuevos volúmenes de aguas subterráneas y no permite modificaciones de características de los aprovechamientos inscritos en el Registro de Aguas que impliquen un aumento del volumen inscrito.
Explotación sostenible de masas de agua subterráneas
A partir de la información disponible en el Registro y el Catálogo de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura, el volumen máximo anual de los aprovechamientos subterráneos inscritos alcanza los 695 hm3/año, entre aprovechamientos en manantiales (60,5 hm3/año) y extracciones en pozos excavados o de obra y sondeos (634 hm3/año). Del volumen anterior, 588 hm3/año corresponden a aprovechamientos por bombeos en las masas de aguas subterráneas.
"Este uso intensivo de las aguas subterráneas ha provocado una importante descenso en los niveles piezométricos de aquellas masas de agua que mayor volumen de extracción soportan, descenso de niveles que ha afectado a la descarga en fuentes y manantiales, a las relaciones río-acuífero –invirtiendo el sentido del flujo en algunos casos–, a la intrusión de aguas salinas en los acuíferos costeros, a la movilización de aguas profundas con inadecuadas condiciones químicas para su uso, o a la desconexión con las aguas superficiales, en general en ríos y zonas húmedas, en algunos casos afectando a ecosistemas" advierte la memoria del Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura 2021-2027 sometido a exposición pública.
"A este problema principalmente relacionado con el estado cuantitativo de las masas de agua subterránea se le une un problema de deterioro del estado químico, que tiene su principal manifestación en la contaminación difusa producida por nitratos y otros productos fertilizantes y fitosanitarios procedentes principalmente de la agricultura".
