El acuífero cuaternario acumula 300.000 toneladas de nitratos.

La CHS plantea blindar el acuífero reduciendo y controlando las dosis de fertilizantes en el Campo de Cartagena

La aplicación de abonos orgánicos e inorgánicos estará prohibida en parcelas situadas a menos de 1500 metros de la línea de costa al considerarse de vulnerabilidad alta a la contaminación por nitratos. En la zona 0 sólo se podrán fertilizar los cultivos leñosos existentes reduciendo un 15% la dosis mínima de fertilizante permitida por la CARM.

Rosa Roda

Murcia | (Publicado 15.07.2020 10:56 )

Frentes de salida al Mar Menor | MITECO

La Junta de Gobierno de la CHS se reúne mañana jueves y tratará de aprobar una serie de medidas cautelares que restringen la fertilización e implementan medidas de control y monitorización de la agricultura del Campo de Cartagena.

Fuentes del organismo de cuenca explican que la dosis de fertilizantes propuestas tienen su origen en información de la propia Comunidad Autónoma, concretamente,en la orden de 16 de junio de 2016 de la Consejería de Agricultura por la que se modifican las órdenes de 19 de noviembre de 2008, 3 de marzo de 2009 y 27 de junio de 2011 por las que se establecen los programas de actuación sobre las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario en la región de Murcia.

El Ministerio de Transición Ecológica ha analizado la vulnerabilidad de las superficies definidas en el perímetro de la zona afectada por la declaración de la masa en riesgo cualitativo o química y ha definido cuatro zonas: la zona 0 de mayor vulnerabilidad a la contaminación de nitratos, bien de procedencia agraria o urbana y que comprende una franja de 1500 metros alrededor del Mar Menor. La zona 1 correspondiente con aquellos ámbitos territoriales que no están incluidos en la zona 0 y que a día de hoy ya se encuentran formalmente declarados en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario por parte de las Comunidades Autónomas de Valencia o Murcia. La zona 1 se ha desagregado en dos subzonas: la A1 que corresponde a la parte en la que las aguas subterráneas drenan al Mar Mediterráneo; y la A2 en la que drenan al Mar Menor. Y finalmente se ha reflejado la zona B.

La superficie agraria existente en el interior de la zona 0 fue durante el año hidrológico 2018-2019 de 1190 hectáreas, de las que 20 hectáreas han sido cultivos bajo plástico, 967 hectáreas cultivos hortícolas y 203 de cítricos.

En las Zonas 0 (leñosos) y A2 y con el objetivo de evitar posibles arrastres por escorrentía y lixiviación, el abonado a través del agua en los cultivos de regadío con riego por goteo, se hará con periodicidad no superior a una semana, ajustando las dosis de fertilizante y de agua a las necesidades de las plantas en cada momento, así como a la textura del suelo.

El organismo de cuenca propone que el nitrógeno procedente de abono orgánico no superará en ningún caso los 130 kg de nitrógeno por hectárea y año, salvo en el caso de cultivos en conversión o calificados oficialmente como ecológicos, para los que dicho valor se amplía hasta los 170 kgN/ha/año. Y no se admitirá para ninguna de las parcelas de cada explotación, un número de cosechas o ciclos de cultivo mayor de dos.

El documento de propuestas de medidas cautelares para el ámbito territorial de la zona con riesgo químico o cualitativo, incluye la implantación del cuaderno o registro de la explotación agraria que deberá contener, con desagregación semanal, la cantidad de fertilizante aportado y al menos una analítica anual realizada al suelo, al agua y al abono de aportación entre otras informaciones.

La implantación de un sistema de monitorización del uso y la aplicación del agua de riego y de un sistema de monitorización de la fertilización mineralrealizada a través del riego es otra de las medidas propuestas. En un plazo máximo de tres meses para las explotaciones ubicadas en la Zona 0 y de seis meses para la Zona A2, cada explotación agraria dispondrá de dispositivos para la medición del volumen de agua de riego aplicado por sector y una monitorización a partir de sensores, del contenido y/o potencial matricial del agua en el suelo (disponibilidad de agua para el cultivo). 

En un plazo máximo de tres meses para las explotaciones ubicadas en la Zona 0 y de seis meses para la Zona A2, cada explotación agraria implantará un sistema de control y seguimiento de la fertilización mineral que se hace por medio del riego, a través de la realización al inicio de cada campaña, a su finalización y entre cosechas (si hay más de una) de dos análisis nutricionales de suelos, con al menos los parámetros químicos: C.E., NO3 y P Olsen. Las analíticas se obtendrán sobre dos muestras, de las que la primera se tomará en la zona de máxima densidad radicular y la segunda a profundidad fuera del alcance de las raíces, que indicaría un posible riesgo potencial de escorrentía y/o lixiviación.

Por otra parte habrá limitaciones a los caudales máximos y tiempos de riego. El Ministerio de Transición Ecológica propone que el caudal máximo de diseño de los emisores de riego (goteros) será de 4 litros/hora en cultivo leñosos y de 2,2 litros/hora en cultivos hortícolas no pudiéndose superar las 2 horas 30 minutos de tiempo de riego unitario. En suelos poco retentivos, ese tiempo se reducirá a un máximo de 1 hora y 30 minutos.

Para incrementar el control, la CHS propone a la Administración competente de la Región de Murcia, que en un plazo de seis meses, proceda a la creación de las Entidades Colaboradoras de la Administración Agraria (ECAA) en virtud del título correspondiente, que estarán habilitadas para las labores de apoyo a la administración agraria en materia de control y vigilancia de las explotaciones agrarias, en particular al control de la fertirrigación y de la aplicación de fertilizantes y plaguicidas.

La actividad fundamental de las ECAA será certificar para el uso agropecuario (agricultura y ganadería) la adecuación a la realidad de la información requerida por la normativa estatal y autonómica correspondiente, que en su caso, tendrá en cuenta las medidas y planes que se adopten por la Junta de Gobierno del organismo de cuenca en relación con la protección de las masas de agua continentales. La condición de Entidad Colaboradora deberá resultar incompatible con el título de operador agroambiental.

Quedan prohibidos los vertidos directos al terreno y las fosas sépticas. No se otorgarán autorizaciones o concesiones que impliquen la ejecución o puesta en explotación de captaciones de aguas subterráneas a trasvés de pozos o sondeos, que suponen la interconexión de los distintos niveles acuíferos de la masa de agua subterránea del Campo de Cartagena.

En las concesiones o autorización de nuevos sondeos destinado a la modificación de un aprovechamiento preexistente, se condicionará su otorgamiento al sellado de la captación anterior. Y se exigirá el sellado al titular de cualquier sondeo que n cuente con instalación elevadora y se detecte que se está provocando una derivación de aguas de un nivel acuífero somero hacia uno más profundo.

Por último, propone limitaciones a las autorizaciones o concesiones destinadas a la modificación de las características de aprovechamientos preexistentes. “ En ningún caso y para la totalidad del ámbito de la masa subterránea, las modificaciones que se autoricen podrán posibilitar la regularización de superficies actuales de regadío que carezcan de un derecho previo al uso de las aguas, ni tan siquiera a través de una permuta con otra superficie que disponga del mismo”. Se autorizará la modificación de la superficie regable, siempre y cuando el objeto de dicha modificación sea alejar las zonas de cultivo actuales del Mar Menor.

La Junta de Gobierno de la CHS, de la que forman parte regantes y gobierno regional, se reúne mañana con la intención de aprobar una serie de medidas cautelares para la protección de las aguas del acuífero del campo de Cartagena. De aprobarse mañana jueves las medidas cautelares, el organismo dará traslado de las mismas a la consejería de Agricultura para su implementación.

Los regantes del Campo de Cartagena se oponen al blindaje del acuífero. Aseguran sentirse indefensos y critican la celeridad con la que el organismo de cuenca quiere aprobar las medidas de protección. Consideran que el procedimiento precisa de "informes rigurosos".