Es el tercer Goya que consiguen ambos cineastas tras Minerita en 2014 y Un día más con vida en 2019. En Maldita, dirigiendo los dos juntos por primera vez, reflejan el carácter tan especial de la capital bosnia a través de la extraordinaria personalidad íntima y artística de Bozo Vreco, artista revolucionario que le canta a la vida, a la superación y también a la historia de amor entre dos ciudades, Sarajevo y Barcelona.