Ocho años después el WP Iruña 9802 vuelve a la máxima categoría del waterpolo femenino español. El conjunto pamplonés tenía que remontar un resultado adverso de tres goles en contra y lo hizo con creces.
En Onda Cero Navarra, el entrenador del equipo, Imanol Maiza, asegura que “todavía no se ha recuperado” y que fue “muy emocionante”. Una semana después, el club sigue “dándole vueltas al partidazo” con un “cúmulo de sensaciones que nunca habían vivido como grupo”.
El 18-9 final habla de una victoria holgada, incluso plácida, pero nada más lejos de la realidad. Recuerda Maiza que “en el descanso miraba al marcador (6-5) y decía que no llegamos”. Sin embargo, reconoce que los dos últimos cuartos fueron “brutales”. La clave está en esa segunda parte, pero explica el técnico que “los últimos cuatro minutos del tercer cuarto, fueron probablemente los mejores minutos de la temporada”. Insiste en que el trabajo defensivo fue de “diez”, pero es que el trabajo ofensivo de “once, doce, trece y catorce”. Cree que “meter siete goles a las segundas clasificadas y solo recibir dos es de estar en otra categoría”, y dicho y hecho, ya están en División de Honor.
Sin embargo, no todo fue así. Reconoce Maiza que “el comienzo del partido sí fue nervioso”, el mismo lo estaba. Se fallaron “cosas que no suelen fallar”, pero en el tercer cuarto “la cabeza hizo clic”. Un clic que supuso marcar 5 goles seguidos y conseguir un gran parcial, que daba ventaja y tranquilidad.
Preguntado por “qué supone el ascenso”, el entrenador lo tiene claro: “Para las chicas es la guinda a una generación de ocho temporadas de trabajo increíble”. Recuerda que cogió a las chicas “en infantil y en cadete” y han ido “paso a paso, creciendo cada temporada”.
Y ¿qué supone para el club? “Un reconocimiento brutal”, subraya. Maiza insiste en que el club “ya conoce la élite” pero que “volver a competir con esas superpotencias es brutal”.
En cuanto a él, que seguirá la temporada que viene, también es un reconocimiento a ocho temporadas de trabajo y entrega, no solo con el primer equipo sino con todo el club en general. “Es un premio y demostrar que lo estoy haciendo bien”, destaca.
Un entrenador que pone en valor la capacidad de lucha de sus jugadoras, que nunca se han rendido. “Hemos tenido bajas por trabajos y estudios pero no nos rendimos”, explica Maiza, quien además detalla y ensalza todo el trabajo de las chicas: “Entrenan 5 días a la noche, más 2-3 sesiones de gimnasio por las mañanas, el partido, y todo compatibilizando con trabajos y estudios”, y si eso parece poco recuerda que “pagan por jugar, pagan cuota”.
Para el año lanza un mensaje a las instituciones: “Necesitamos apoyo”. Recuerda Maiza que son “el único equipo femenino de pamplona propio que está en la élite”. La división de honor es “mega exigente”, y para explicarlo pone un ejemplo: “En la Final Four de la Champions, tres de los cuatro equipos eran españoles”. Muestra clara de que la División de Honor, España en waterpolo femenino “es una superpotencia”, por lo que el equipo “necesita incorporar gente” y para eso “necesita dinero”. Y no solo para fichar, Maiza reivindica que “hay que ayudar a las nuestras”, cree que “a las jugadoras hay que pagarles un dinero, una compensación económica por todo el esfuerzo”.
