El sector de la hostelería considera que es más beneficioso para contener el coronavirus manteniendo la actividad, ya que apenas hay focos de contagio en terrazas y restaurantes y las cifras que dejan ocho meses con escasa actividad son preocupantes.
La hostelería ha dejado de facturar 425 millones de euros desde marzo, la mitad de su volumen de negocio anual, y dos mil seiscientos puestos de trabajo ya se han destruido en un sector que no cree poder aguantar mucho más un cierre total. Sobre todo la hostelería no se explica por qué bares y restaurantes son peligrosos y no otros sectores que también congregan gente con su actividad.
Esta semana sus representantes esperan recibir la llamada del Gobierno Foral para reunirse. Allí expondrán su situación tras meses de actividad restringida y clausurada.