Las gestiones del Departamento de Educación han sido muy rápidas y los centros escolares, tanto públicos como concertados y privado ya han integrado a jóvenes ucranianos. En algunos casos comparten clase y en otros se apoyan para las traducciones en niños y niñas de su país que ya vivían aquí antes de la guerra. Su esfuerzo por aprender idioma y conocimientos es grande y empieza a dar sus frutos con apenas diez días de clases.
Las familias de acogida destacan que los trámites de residencia, sanidad y educación han sido rápidos, con más tiempo de espera en extranjería. Ellos tratan de acompañar y distraer a unas familias que en algunos casos muestran síntomas de afectación por la situación vivida. Escucha aquí el testimonio de dos familias de acogida.