La segunda Fase del Canal de Navarra se ejecutará mediante la construcción de dos tuberías paralelas soterradas, descartando así un único tubo o un canal a cielo abierto como el ya existente de la primera fase, así lo ha decidido Canasa, la Sociedad Pública que gestiona el Canal.
La nueva obra servirá para "mejorar la calidad y cantidad de agua de consumo en la Ribera" y para regar 21.500 hectáreas de la zona sur de Navarra.
En Más de uno Pamplona, la Comunidad de Regantes es prudente a la hora de valorar la solución elegida. Creen que "posiblemente es la mejor", pero no han dispuesto hasta hace poco del estudio de alternativas.
El gerente de la Comunidad de Regantes, Nacho Valencia, asegura en Onda Cero que de cualquier forma esperan que "los 220 millones de euros que costará la Segunda Fase no repercuta en un aumento del precio que pagan los regantes por usar la infraestructura".