La operación ha permitido detener a tres personas en Navarra y se ha investigado a otras dos en el País Vasco. En total se han destruido 415.000 plantas que podrían haberse vendido por 30 millones de euros para su procesamiento en CBD (cannabidiol) y otros derivados, que una vez procesado alcanzarían los 100 millones de euros en el mercado, ha informado la Guardia Civil.
Investigación
La investigación comenzó a mediados del año pasado cuando un agente descubrió una importante plantación de cáñamo de dudosa legalidad. En ese momento comenzaron las investigaciones entre ambos cuerpos policiales en las localidades de Artajona y Olite, donde encontraron 11 fincas de cultivo de cáñamo con unas 415.000 plantas y que ocupaban una extensión de 67 hectáreas.
El responsable del cultivo, había dado una aparente legalidad de las plantaciones realizadas, comunicando a los agentes que el destino era el aprovechamiento de cáñamo para uso industrial. Sin embargo, la inversión económica que este hombre había realizado, así como el destino final de esas plantas a países como Suiza o Italia, conocidos por el procesado de las plantas para la elaboración de productos derivados de CBD, una actividad prohibida en España, hizo sospechar a los investigadores.
Para ello, los detenidos habían preparado una gran nave industrial en la localidad de Artajona, que equipó con un sistema de ventilación y de temperatura para el secado de las plantas. En el transcurso de la investigación se tuvo conocimiento de que un camión cargado de estas plantas ya secas iba a partir destino a Italia, por lo que se procedió a la interceptación de ese envío cuando salía de la nave "secadero". En su interior se intervinieron unas 23.000 plantas de cannabis.
415.000 plantas
En el registro del interior de la nave se hallaron otras 13.000 plantas de marihuana en proceso de secado, que arrojaron un peso total de 50.740 kilos. Estas plantas ya han sido destruidas tras la autorización del Juzgado de Instrucción número 1 de Tafalla.
Posteriormente, se procedió al corte y destrucción del resto de plantas que se encontraban aún sin recolectar, y que sumaban unas 375.000 más. En total se han incautado 415.000 plantas de cannabis sativa, tres personas han sido detenidas en Navarra y otras dos han sido investigadas en Bizkaia.
Pretendían vender la cosecha obtenida por un importe aproximado de 30 millones de euros a empresas situadas en el extranjero, donde se procesarían las plantas y cogollos para obtener CBD y otros derivados, cuyo valor en el mercado final rondaría los 100 millones de euros.