Javier Conde se define como un dirigente "de unir y tender puentes". Y le va a hacer falta. Después de un periodo de 34 años de Julián García Angulo dirigiendo la Federación Española, las relaciones con varias autonómicas y con la Federación Internacional no han sido las mejores en la última etapa. Viendo que no se presentaba a la reelección, el entonces Presidente de la Federación Navarra Javier Conde contactó con las Federaciones de Castilla-León, Comunidad Valencia y La Rioja para presentar un proyecto y una candidatura de consenso.
Se unieron y fruto de ello el navarro es desde hace dos meses el máximo rector de la española. "De todas las federaciones nacionales la silla más caliente ahora es la mía", reconoce Conde ante las desavenencias con la Vasca y la Internacional que culminaron en la impugnada Asamblea de Pamplona en la que se votó y aceptó la entrada de la Federación Vasca como miembro de la Internacional y la posibilidad de que la selección de Euskadi compita de igual a igual con naciones en los campeonatos internacionales.
En su idea de unir, Javier Conde quiere que la Federación Vasca participe en los campeonatos de España y en el resto del calendario nacional, algo que no hace desde que en 2002 decidió abandonar la Federación Española. "Navarra y País Vasco compiten en ambos calendarios, el nacional y el paralelo, y una de mis labores es intentar el acercamiento a la Federación Vasca para que participe en los Campeonatos de España, porque si no eso nos empobrece como deporte".
Su cargo como Presidente de la Federación Española no le impedirá apoyar al máximo el proyecto de conseguir que Pamplona sea capital mundial de la pelota: "Es un proyecto local pero yo no dejo de ser de Pamplona y es un orgullo. Esa capitalidad es merecida y lo que yo pueda sumar ahí estaré, porque es de justicia".
