El tamaño de una Comunidad como la Navarra, con una población de 680.000 habitantes, condiciona a la hora de competir en un Campeonato de España de selecciones territoriales. El número de fichas determina respecto a otras autonomías el nivel teórico de una selección, de ahí el gran mérito del combinado de fútbol sub-16 en competir en la Fase Oro, estando ya entre los ocho mejores de España. Javier Ortigosa, el seleccionador, explica que el grupo se conforma en función del nivel individual de los jugadores, pero también de la manera en la que la Federación quiere que jueguen los equipos: "Se trata de ser valientes, elaborar jugadas de ataque, que los chavales se vean en situaciones de juego y las sepan resolver". Es decir, tener la idea clara de competir e ir a por los partidos.
Ortigosa reconoce que "hay muchos jugadores que ya se les ven cositas a estas edades, potentes y buenos técnicamente y que se les intuye un buen futuro". Las normas de la Federación española condicionan la elaboración de la selección, pero aun así a los seleccionadores les gusta llevar variedad de futbolistas de diferentes clubes "para que se sientan partícipes y vean que tienen opción de meter a varios jugadores". En esta selección había jóvenes futbolistas de 9 clubes: Cirbonero, Gazte Berriak, Izarra, Mutilvera, Oberena, Osasuna, Pamplona, Tudelano y Txantrea.
Sobre los resultados del Torneo, con Navarra compitiendo en sub-16 en la Fase Oro, con los 8 mejores, queda el sabor agridulce de volver con dos derrotas y un empate. "Contra Canarias tuvimos mala suerte de que en un partido igualado nos metieron gol en un rebote y sin tiempo de reaccionar, pero fue una alegría empatar contra una selección tan potente como Cataluña. Recompensa el esfuerzo hecho de ir hasta Cádiz a competir", dice Ortigosa.
