El que fuera primer presidente de la Comisión de Control Económico del Club Atlético Osasuna, el socio compromisario Joaquín Canalejo, considera que la entidad "debe hacer un esfuerzo por reducir el gasto", toda vez que el superávit económico de la pasada temporada vino propiciado por los ingresos extraordinarios procedentes de los traspasos de Chimy Ávila y Adama Boiro, además del ahorro en personal deportivo que supuso sus salidas a mitad de temporada junto con las de Darko Brasanac y Nacho Vidal. "Llama la atención un incremento del 30% en el gasto de personal no deportivo", destaca Canalejo de una partida que se ha incrementado en 800.000 euros respecto de los 5,3 millones presupuestados.
Joaquín Canalejo llama la atención sobre el hecho de que el presupuesto de la temporada 24-25, que se presenta a la Asamblea para su aprobación, "contempla 10 millones de ingresos extraordinarios por traspasos (8,75 de David García y 1,25 de Mikel Merino) y aún así Osasuna va a presentar un presupuesto a cero, sin beneficio". Eso quiere decir que de no haberse producido dichos traspasos el déficit hubiera sido de 10 millones, aunque quizá se hubiera contenido el gasto, al haberse realizado el presupuesto una vez producido ya el traspaso de David García al Al-Rayyan de Catar.
Sí hay que tener en cuenta al analizar la senda del gasto del club en los últimos ejercicios la reducción de la deuda financiera llevada a cabo, pagando las obras de remodelación del Sadar en tiempo récord y afrontando otros 6 millones de euros de recompra de parte de los terrenos de las instalaciones de Tajonar. De hecho, la Asamblea Extraordinaria que se celebrará a continuación de la Ordinaria tiene por objeto pedir la preceptiva autorización de los compromisarios para proceder a recomprar más terreno en Tajonar por importe de 4 millones, "con lo que el club volvería a ser dueño del 58% de Tajonar, ese laboratorio de formación de jugadores necesario para el futuro del club", avala Canalejo.