Las autoescuelas están regresando ya al trabajo de manera gradual. Imparten las clases teóricas con un aforo del 30 por ciento y toman medidas de seguridad e higiene para las sesiones prácticas.
Han tenido tiempo para prepararse y se han adaptado ya a los requerimientos de la fase 2 para poder enseñar a conducir. En el caso de las clases teóricas solo ha hecho falta reducir el aforo a un tercio; en las prácticas hay nuevas medidas que permiten dar las clases.
Cuando se decretó el estado de alarma había 1.500 alumnos con citas ya concertadas para realizar el examen práctico, y una bolsa con 3.000 alumnos que tiene el teórico aprobado. De aquí en adelante se puede seguir dando clases gracias a la adaptación realizada por el gremio.
El Departamento de Sanidad, por su parte, ha dado el visto bueno al protocolo diseñado por las autoescuelas, que han abierto sus puertas con mucho ánimo para seguir trabajando.