Max Svensson es uno de los delanteros de Osasuna Promesas. A las órdenes de Santi Castillejo ha jugado esta temporada 31 partidos, 26 de ellos como titular. Ha marcado 8 goles, de los cuales 6 han sido en un mes. Los dos últimos, contra el Real Unión de sendos chuts con la pierna izquierda. "De pequeño le daba bien con la izquierda y he entrenado el golpeo", dice. Svensson debutó con el primer equipo del RCD Espanyol y el año pasado jugó cedido en el Deportivo de La Coruña. Ahora está en el primer año de sus dos de cesión a Osasuna, una fórmula que no es habitual por la duración: "Es un poco complicado. La idea era cesión de un año pero el Espanyol no me quería soltar, se dijeron dos años y el Espanyol aceptó. Yo también estoy un poco confuso porque no entendí bien esta cesión de dos años pero estoy a gusto, a ver si me puedo quedar el año que viene también".
Svensson está en un club que apuesta por la cantera: "Ese fue uno de los motivos para venir a Osasuna". Ha formado parte de las convocatorias del primer equipo en tres partidos, contra Las Palmas, Alavés y Rayo Vallecano, pero no ha llegado a debutar. "Ojalá sea yo el próximo en hacerlo. Sería muy bonito debutar con el primer equipo habiendo vivido aquí durante muchos años". Y es que Svensson es hijo de Tomas Svensson, mítico portero de balonmano que jugó en el Barcelona y en Portland San Antonio a partir de 2005. Su padre sigue vinculado al balonmano en Barcelona, la ciudad donde nació Max: "Forma parte del cuerpo técnico del FC Barcelona y está contento. A ver si ganan la Champions".
Para Max el objetivo es seguir creciendo y salvar la categoría con Osasuna Promesas. Quedan cuatro partidos contra Majadahonda, Sestao, Teruel y Real Sociedad B para acabar la temporada.