Las Palmas 1 - Osasuna 1

Osasuna paga cara su mala gestión del partido

Segundo empate consecutivo y sexto en la racha de nueve partidos sin ganar.

Javier Saralegui

Pamplona / Iruña |

Rubén García
Osasuna paga cara su mala gestión del partido | Twitter Osasuna

Fue una pena empatar. Sobre todo, porque Osasuna emborronó a partir de la auto expulsión de Essugo todo lo bueno que había hecho durante 70 minutos. Había comprendido bien que el esquema de juego de Las Palmas, con las líneas muy juntas y todos metidos en 30 metros, se podía contrarrestar obligándoles a retrasar la defensa y moviendo el balón.

Había creado ocasiones a partir del minuto 30 con dos ocasiones para Budimir, una fuera y una a puerta, y el tiro de Barja que tocó el poste. Se había adelantado en una buena jugada con implicación y fe de medio equipo culminada con el segundo gol en liga de Aimar. Y había ajustado la línea de cinco con la entrada de Bretones sin pasar excesivos apuros.

Eso sí, habían visto tarjeta amarilla Barja, Areso y Catena en cuatro minutos teniendo que parar acciones de ataque rápidas de los locales. Pero se habían cosido las costuras abiertas.

Hasta que llegó la expulsión de Essugo. Minuto 27 de la segunda parte. E incomprensiblemente Osasuna se echó atrás. Dejó marcar el “tempo” del partido a la Unión Deportiva, no reaccionó a la entrada de Januzaj, que revolucionó el encuentro, y no gestionó la superioridad renunciando a marcar el segundo gol.

Y se había salvado ya antes del penaltito que iba a pitar Gil Manzano por la faltita previa de Fabio Silva a Iker Muñoz. Pero el colegiado mantuvo el criterio todo el partido. Por ahí no hay queja. Seis amarillas vieron los rojos. La queja está en el error al hacer mano en la primera falta de Januzaj y al abrirse la barrera en la falta posterior. Entró el balón llorando, como llorando terminó Osasuna.

Se amplía la racha de partidos sin ganar. Si se juega a que la línea delgada que divide un partido entre ganar un partido, empatarlo o perderlo caiga de un lado, igual de fácil puede caer del otro.