El Ayuntamiento de Pamplona y la empresa Ride On han mantenido este jueves una reunión para evaluar la situación del servicio de bicicletas eléctricas de la capital navarra y tratar de consensuar una salida que garantice su continuidad. Esta reunión, que se suma a los contactos mantenidos en los últimos meses, se ha desarrollado por "los cauces del entendimiento mutuo", según ha informado el Consistorio, con el objetivo común de pactar las condiciones de un preacuerdo que permita la viabilidad tanto económica como técnica del servicio. Este acuerdo de mínimos implica que la empresa deja sin efecto la paralización del servicio anunciada para este sábado mientras se ultiman las negociaciones abiertas.
El Ayuntamiento y la empresa concesionaria del servicio están analizando diferentes fórmulas para asegurar, por una parte, que Ride On, pese a las pérdidas que acumula, pueda afrontar los pagos más acuciantes que lastran su viabilidad económica, mientras, por otra parte, el Ayuntamiento busca asegurar que el servicio siga dispensándose con unas tarifas asequibles para la ciudadanía. Ambas partes han constatado que las posturas no se encuentran alejadas, que las posibilidades de entendimiento son "reales" y que la voluntad de seguir dispensando el servicio es compartida, ha indicado el Consistorio en una nota.
Tanto el Ayuntamiento como la empresa concesionaria del servicio de bicicletas eléctricas han decidido darse unos días para concretar las condiciones de un preacuerdo que salve la situación. "Dada la importancia social y económica que supone para miles de pamploneses y pamplonesas el mantenimiento de un servicio de estas características", ha expuesto el Ayuntamiento, "ambas partes han acordado igualmente actuar con la debida discreción hasta que ese preacuerdo sea una realidad".
Por la mañana la empresa que gestiona el servicio, Ride On, había anunciado en un comunicado que lamentaba "la muy dura decisión de tener que suspender todas sus operaciones en la ciudad de Pamplona, ante la imposibilidad de asumir unilateralmente y por más tiempo las crecientes pérdidas. Consecuentemente, el servicio dejará de estar operativo a partir del sábado, día 5, a las 00:00 horas".
La empresa aseguraba que "en la concesión de Pamplona todos los costes del sistema, que públicamente se ha presentado como municipal, han recaído sobre la empresa. Esto se ha vuelto insostenible, máxime cuando cada decisión municipal tomada tras la adjudicación del contrato, aunque seguramente positiva para otros intereses de la ciudad, nos ha alejado de la viabilidad económica, afectando negativamente a los ingresos y aumentando exponencialmente los costes de operación". Cabe recordar que durante los años que ha estado activo el servicio se han ido incorporando descuentos de uso para diferentes grupos y tramos de edad, que según la empresa han mermado su rentabilidad.
Ride On incluía en las consecuencias de las decisiones tomadas por el Ayuntamiento de Pamplona a varias corporaciones: "No nos gustaría que un sistema tan exitoso se utilizara como arma política, ya que durante estos tres años se han sucedido diferentes partidos políticos y responsables. A todos ellos les hemos solicitado ayuda y explicado detalladamente cómo sus decisiones nos han afectado negativamente. Por ello, esperamos que todos los partidos, por unanimidad, decidan restablecer el servicio de manera urgente, buscando una solución justa que nos permita seguir operando".
La empresa no descartaba volver a prestar el servicio si el Ayuntamiento modifica sus condiciones: "Mientras tanto -dicen-, nos despedimos orgullosos de haber contribuido a la movilidad de Pamplona de manera tan significativa y agradeciéndoos vuestro apoyo. Ojalá estemos de vuelta pronto". Cuestión que queda superada con la intención anunciada a primera hora de esta tarde de seguir con el servicio mientras continúan las conversaciones con el consistorio.
El sistema de alquiler público de bicicletas ha tenido una amplia demanda por parte de los usuarios, como lo demuestra el hecho de que los operarios de la empresa tenían que realizar varios viajes al día a liberar espacios de anclaje de bicicletas en las bases más demandadas, como las cercanas a las universidades o las del centro de la ciudad, y por el número de bicicletas fácilmente identificables que se veían por las calles de la ciudad. Las bicicletas incluyen un sistema eléctrico de ayuda al pedaleo para hacer más fácil los tránsitos en pendientes o reducir el esfuerzo físico de los usuarios.