El viento, la lluvia y el estado de descomposición en el que estaba llevó en septiembre al conocido "Roble Milenario de Garaioa" a un final inevitable, su adiós.
Con 20 metros de altura, el ejemplar estaba catalogado como Monumento Natural desde 1991 y era frecuentado habitualmente por curiosos que no podía si no admirar este roble que superaba los 500 años de historia.
Llevaba años podrido, su tronco estaba hueco por dentro, pero su fuerte corteza le permitía permanecer en pie. Los más pequeños del valle lo utilizaban como "casa" o "escondite", ya que se podía entrar en su interior, dando siempre lugar a historias divertidas o leyendas curiosas.
Según los datos del Gobierno de Navarra, su diámetro era de 2,64 metros en la parte baja y de 2,42 metros a los 130 centímetros de altura. Su longitud total era de 20 metros.
Con estas características era un roble poco común en la Comunidad Foral, un híbrido entre roble albar y roble pubescente que se puede encontrar en los alrededores del valle de Aézcoa. Asimismo, pese a estar señalado en numerosas ocasiones, siempre logro evitar la tala para ser explotado.
Descripción del Roble de Garaioa - Gobierno de Navarra
Enorme y viejo tronco de lo que debió ser un impresionante ejemplar. Conocido como el roble “milenario”, podría tener unos 600 años. Es difícil saberlo porque el tronco está hueco. Tampoco conserva ramas vivas y se halla en avanzado estado de descomposición. Es un tipo de roble poco común en Navarra, un híbrido entre roble albar y roble pubescente. Antaño existían en Baztan y Cinco Villas. La menor población de Aezkoa y el acceso más difícil han permitido que llegue hasta nuestros días. Precisamente por ser testigo de la zona, además de por su porte y longevidad, en 1991 fue declarado Monumento Natural.