Siemens Energy disparó sus pérdidas netas a una cifra récord de 4.588 millones de euros en su ejercicio fiscal 2023, lo que supone más que sextuplicar los 'números rojos' de 712 millones de euros del año anterior, impactado por los problemas en su negocio eólico y en Siemens Gamesa, informó la compañía.
Estos problemas han llevado al grupo a alcanzar este martes un acuerdo para unas líneas de crédito del Gobierno alemán, su matriz Siemens AG y la banca para salir al 'rescate' de la compañía y poder respaldar el fuerte crecimiento de los pedidos.
En el pasado ejercicio, Siemens Gamesa, compañía que fue excluida de Bolsa a finales de 2022, sufrió ya unas pérdidas entonces de 940 millones de euros.
Sin embargo, Siemens Energy indicó que los costes asociados a problemas de calidad en el negocio 'onshore' (eólica terrestre), unidos al aumento de los costes y los retos en la ampliación de capacidad en el negocio 'offshore' (eólica marina) han afectado seriamente a los resultados del ejercicio 2023 seguirán impactando a la rentabilidad del grupo a corto y medio plazo.
De todas maneras, el grupo destacó que ya se han delimitado los problemas de calidad de Siemens Gamesa, con un análisis técnico de los problemas de calidad en sus plataformas terrestre 4.X y 5.X ya casi terminado, que han llevado a que no se haya tenido que hacer provisiones adicionales a las del tercer trimestre por ello, y que continúan las medidas para cambiar el rumbo del negocio.
No obstante, no prevé que el fabricante de aerogeneradores alcance el punto de equilibrio (break-even) hasta el ejercicio 2026 y, para volver a su rentabilidad, "está revisando actualmente el alcance de todas sus actividades". A este respecto, Siemens Energy indicó que dará "más detalles" en el Capital Markets Day que celebrará el próximo 21 de noviembre.
A pesar de estas cifras negativas, la cartera de pedidos de Siemens Energy alcanzó un nuevo récord situándose en 112.000 millones de euros, mientras que los pedidos superaron el ya elevado nivel del año anterior y aumentaron un 33,8% en términos comparables, hasta los 50.400 millones de euros. Tanto Siemens Gamesa como Grid Technologies contribuyeron fuertemente a este crecimiento.
Situación en España
El Gobierno de España anunció ayer a última hora que trabaja en el rescate de Gamesa, una operación que incluye negociar con los bancos para que se involucren en el rescate del fabricante de aerogeneradores, aunque el Ministerio de Industria indica que hay otras alternativas. Siemens Gamesa pide 3.000 millones de euros para salir de la crisis en la que ha entrado y que se ha traducido en pérdidas millonarias de su matriz, Siemens Energy. La empresa emplea directamente a cerca de 5.000 trabajadores en España, principalmente en País Vasco y Navarra.
«El futuro de Siemens Gamesa en España es una prioridad para el Gobierno. Por ello, se está trabajando en una posible línea de avales bancarios para nuevos contratos de Siemens Gamesa en el exterior», han informado desde el Ministerio de Industria.
Rescate financiero de la compañía
Respecto al acuerdo para su 'rescate', el presidente y consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, indicó que el Gobierno alemán ha acordado que garantizará 7.500 millones de euros de un importe total de 12.000 millones de euros de garantías, de los cuales 11.000 millones de euros se proporcionarán a Siemens Energy a través de un consorcio de bancos.
A cambio, el Gobierno federal recibirá de Siemens Energy un pago estándar de mercado. Los 1.000 millones de euros restantes serán aportados por un consorcio adicional dirigido por Deutsche Bank.
Además, Siemens Energy AG y Siemens AG han acordado una estructura que cubre el riesgo teórico de impago de las garantías dando acceso a un importe de primera pérdida de hasta 1.000 millones de euros, cubierto por una prenda de acciones y por aplazamientos de pago.
Con este acuerdo, Siemens Energy consideró que su crecimiento de los pedidos en proyectos clave para la transición energética puede asegurarse ahora a largo plazo, al tiempo que se reducen los riesgos
de las partes implicadas. Todos los acuerdos están sujetos a la aprobación formal de las partes implicadas.