En la década de 1940 Navarra fue tierra de acogida para todos esos niños y niñas, más de 500 procedentes de Austria, que huían de las consecuencias de la guerra y de las penurias económicas que azotaron el país centroeuropeo. El tiempo de acogida influyó en la vida futura de estos niños y niñas y que ahora forman parte del “Club-Encuentro”. El agradecimiento a las familias españolas y la relación con su segunda patria ha formado parte la vida del club desde sus inicios hasta hoy, y desde la asociación se continúa trabajando en el fomento de la lengua española y la cultura, incentivando las relaciones entre ambos países y profundizando en las relaciones entre los “niños austriacos” y sus familias de acogida.
Gisela Krispel fue esas menores que llegó desde Austria hasta España con otros niños de entre 5 y 10 años buscando una vía de escape durante un periodo de ocho meses. Tras esa temporada con su familia de acogida volvió hasta su cuidad natal, pero el vínculo creado con su familia de acogida y con la capital Navarra le llevaron a volver de visita y finalmente quedarse hasta día de hoy.
Entre 1949 y 1952 más de 3.500 menores fueron acogidas por familias españolas, que a pesar de estar luchando contra una situación económica y socialmente difícil pusieron un plato más en la mesa para acoger con los brazos abiertos a aquellos niños y los acogieron como uno más de la familia dándoles un segundo hogar.
75 años después algunos de esos niños, que ya no residen en España, aprovechan a día de hoy para reencontrarse con los descendientes de esas familias que les abrieron la puertas de sus casas.