El Ebro comenzó a desbordarse ayer sábado en la capital ribera por la zona del paseo del Prado y las piscinas municipales, comenzando a salir agua por el casco antiguo y provocando los primeros cortes de calles y carreteras. Una crecida que esta mañana se ha extendido por todo el paseo Pamplona, la calle Terraplén y parte del casco antiguo.
Tanto el Ejecutivo foral como los ayuntamientos de las localidades afectadas han reiterado su llamamiento a la ciudadanía para que evite acercarse a zonas inundables ya que supone "un riesgo tanto para estas personas como para quienes tuvieran que intervenir en el caso de ser necesario su rescate".
Durante toda la jornada del sábado, varios vecinos propietarios de huertos y fincas en las inmediaciones del río trasladaron sus animales hasta la plaza de toros, habilitada por el Ayuntamiento de Tudela como refugio. También se pusieron a disposición cerca de 40 plazas en el albergue municipal por si se necesitaran desde el área de Derechos Sociales, al haberse desalojado casetas de la Mejana y Mosquera.